San Telmo adquiere 'Txalaparta', una de las esculturas más emblemáticas del arte vasco
La obra de Remigio Mendiburu, que se convirtió en el logotipo de Ez Dok Amairu, se incorpora a la colección permanente del museo
'Txalaparta', una de las obras señeras de Remigio Mendiburu y por extensión del arte vasco contemporáneo, ha pasado a formar parte de la colección permanente del Museo de San Telmo después de haber sido adquirida a la familia del artista. La escultura, una viga de madera de cinco metros que reproduce el instrumento musical del que toma el nombre, constituye uno de los hitos del legado del Grupo Gaur en el que se integraban, además del propio Mendiburu, artistas de la talla de Oteiza, Chillida, Arias, Sistiaga, Zumeta, Basterretxea y Ruiz Balerdi. La directora de San Telmo, Susana Soto, ha expresado hoy viernes en la presentación de la escultura su convicción de que 'Txalaparta' va a convertirse en una de las señas de identidad del museo.
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'Txalaparta' luce ya en la sala de San Telmo dedicada al Grupo Gaur junto a otras dos piezas de Mendiburu, 'Burua' y 'Sin Título'. La que probablemente es la pieza más conocida del escultor hondarribiarra ya había pisado con anterioridad el museo donostiarra. Lo hizo así en 1989 con motivo de una exposición monográfica sobre el artista y en 2016 durante la muestra '1966/Gaur konstelazioak/2016'. La pieza, que era hasta ahora propiedad de la familia, se conservaba en el taller que el escultor tenía en Hondarribia junto a otras de sus esculturas.
La adquisición de 'Txalaparta' a la familia del artista ha dado pie a que uno de los mejores conocedores de la trayectoria de Remigio Mendiburu, Juan Pablo Huércanos, haya hecho un nuevo repaso a la historia de la obra. El que es también subdirector del Museo Oteiza ha asegurado que 'Txalaparta' fue realizada en 1965 y no en 1961, que era el año en el que se había datado hasta ahora. Huércanos ha aclarado que un estudio detenido de los acontecimientos de la época proporciona indicios suficientes para asegurar que la obra es de 1965. «El propio artista anunció en una exposición que realizó en el verano de 1965 que estaba preparando una obra en madera de cinco metros que se iba a llamar txalaparta. Además, la escultura no se corresponde con lo que Mendiburu estaba haciendo a principios de la década de los 60».
'Txalaparta' es una de las primeras esculturas que Mendiburu hizo en madera, un material que a partir de entonces iba a estar presente en toda su obra. «De manera poética y conceptual, refleja el interés del escultor por ese material orgánico y por los elementos de la cultura popular», ha señalado Huércanos. El especialista ha recordado que la pieza se presentó por primera vez en 1965 en la Sala Nablí de Madrid, entonces una de las referencias del arte de vanguardia que se hacía en España. «Hay que tener en cuenta que en esa época la txalaparta era un instrumento prácticamente desconocido y que apenas quedaban intérpretes capaces de tocarla. Mendiburu contactó con unos hermanos de Oiartzun que sabían tocarla y les invitó a acompañarle a Madrid para que hiciesen una exhibición en la inauguración de la exposición. En el cartel de la muestra se anunciaba el concierto como una oportunidad de escuchar ritmos prehistóricos».
'Txalaparta' se exhibió meses más tarde en la exposición de la galería Barandiarán de San Sebastián que se convirtió en la puesta en escena de la presentación del Grupo Gaur. «La irrupción de este grupo -ha apuntado Huércanos- supuso un auténtico acontecimiento que sentó la base de la renovación del arte vasco y reivindicó la participación de los artistas en la construcción social, posibilitando formas de expresión más libres generadas fuera de los estrechos márgenes de la cultura oficial». El experto ha recordado que «la obras es una reflexión visual a la cadencia del golpeo del instrumento musical que hoy forma parte del imaginario de la cultura vasca, pero que en aquellos años sirvió para reivindicar una expresión musical casi perdida y que se consideraba muy alejada de la alta cultura. La posterior elección de esta obra como emblema del movimiento musical Ez Dok Amairu cumplió con la función de resimbolización a la que aspiraba el proyecto artístico Gaur y expandió el territorio del arte hacia nuevos contextos de mayor interacción social».
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El concejal de Cultura de San Sebastián, Jon Insausti, se ha felicitado por la incorporación de 'Txalaparta' al patrimonio de San Telmo, al tiempo que ha agradecido a dos de las hijas del escultor, Inotsi y Hutsune, presentes en el acto, las facilidades que han brindado para que la operación haya llegado a buen puerto. La directora de San Telmo, a su vez, se ha mostrado convencida de que 'Txalaparta' se va a convertir en una de las piezas más icónicas del museo, como lo son las estelas funerarias, los murales de Sert o los lienzos de Zuloaga.
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