Regreso en barco a la actividad de Albaola

El museo estará abierto únicamente los viernes, sábados y domingos, por las mañanas de 10.00 a 14.00 y por las tardes de 15.00 a 19.00. Hay que reservar la plaza con antelación, al realizar esta reserva previa se informará de los horarios concretos de visitas para cada idioma, indicando al visitante la hora a la que debe coger el barco en el Muelle del Hospitalillo de Trintxerpe. «Va todo dividido por horas e idiomas para respetar los aforos, las distancias de seguridad y las normas sanitarias», explican desde la factoría de Pasaia. La capacidad de las visitas es de hasta 31 personas por hora, con un recorrido total, incluido el acceso y regreso en barco, de unas dos horas. Será obligatoria la mascarilla y habrá que seguir las indicaciones de los guías para que el movimiento de las personas por las instalaciones se ajuste a la medidas sanitarias.

Tras los tres meses de cierre por la pandemia, la Factoría Marítima Vasca Albaola de Pasaia tiene nuevos atractivos para este verano. «La ventaja que tenemos en Albaola es que las visitas siempre resultan diferentes, a medida que van avanzando los proyectos», destaca Xabier Agote, presidente de Albaola. «Por un lado tenemos el proyecto estrella que es la nao 'San Juan', que está muy avanzada. El proceso constructivo nos obliga a cambiar el sistema de andamiaje, y cada vez que cambiamos los andamios, revelamos partes del barco que antes no eran visibles».

Otro de los proyectos más llamativos es el patache 'Juanita Larando,' una gran txalupa del siglo XVIII, que «es un barco imponente que está en su fase final de construcción, y es muy vistoso. También hemos empezado a construir los remos y los mástiles, y como siempre todo lo hacemos de cara al público», añade Agote. Ese patache se espera que esté terminado para el mes de octubre, así que este verano será la única oportunidad de asistir a su proceso de construcción.

Buena parte de la actividad de Albaola se hace con la implicación de la escuela de carpintería de ribera internacional Aprendiztegi: «Todavía no se han incorporado todos los alumnos pero ya están trabajando doce, la mayoría de ellos extranjeros que vienen para tres años».

Unas máquinas cordeleras y unos telares que también están en construcción son otros elementos nuevos que se suman a la oferta de Albaola en su regreso, además del propio acceso en barco, «que completa la aventura, y hace aún más atractivo el plan familiar», sugiere Enara Novillo. El trayecto del muelle a Albaola dura unos diez minutos y es un recorrido dentro del puerto.

«Albaola es un proyecto privado, impulsado por nosotros mismos», recuerda Agote, «que tiene un reto importante en la financiación, porque depende en una parte muy sustancial de los visitantes. Y cuanto mayor sea la afluencia, más dinámico será el proyecto».