Siempre hubo un Akelarre en la plaza del pueblo
Un documental, que se estrena el próximo domingo, recorre los más de treinta años de historia del grupo vasco verbenero por excelencia
No es fácil condensar en apenas hora y media los vaivenes de una carrera musical de 33 años que comenzó en 1972 en Soraluze y ... terminó con la disolución del grupo en 2005, pero el documental 'Akelarre: marearen kontra' lo consigue a través de la historia de este grupo verbenero que durante décadas recorrió plazas y frontones del País Vasco. Varios peldaños por debajo de los grupos del pop-rock vasco en lo que al prestigio se refiere, Akelarre nació en una Euskadi convulsa, cantó en euskera cuando no era fácil hacerlo y ha visto pasar por delante buena parte de las modas, tendencias y movimientos musicales que en la escena musical vasca han sido en estos treinta años.
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Ahora, la productora vizcaína Bideografik ha realizado con la participación de EITB y de la mano de los directores Xabier Zabala y Carlos Iglesias un repaso a la trayectoria del grupo, a través de testimonios de los músicos, los periodistas especializados, los fans y las imágenes de archivo. El documental se estrena este domingo (12.00 horas) en el festival Euskal Zine Bilera de Lekeitio.
Apostaron por hacer un repertorio íntegramente en euskera que innovó el modelo que se había instaurado en las verbenas
En esos 33 años de actividad, el grupo llegó a superar los 150 conciertos anuales, publicó dieciséis discos de estudio y vio pasar por su formación a Anje Duhalde, Batiz, Aitor Amezaga o Jexuxmai Lopetegi, con el bajista Juan Markos Juaristi y el batería Pako Díaz como pilares del conjunto. Aunque se disolvió en 2005, volvió en 2009 y 2017 para dos breves giras en las que interpretaron temas tan conocidos por varias generaciones como 'Eperra', 'Akelarre', 'Torkemada', '1, 2, 3, 4 ispiluen aurrean' o 'Mendian gora'.
El proyecto surgió hace dos años y medio cuando dos músicos del grupo se acercaron a las oficinas de Bideografik «para hacer algo que sirviera para dar carpetazo final a la historia del grupo. A partir de ahí, analizamos lo que era y había sido el grupo, y apostamos por hacer un documental», relata el codirector Carlos Iglesias.
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Contexto determinado
En su opinión, «Akelarre forma parte de lo que ha sido la escena musical vasca, son una aportación cultural en un contexto muy determinado», indica Iglesias, que aclara que «no tiene nada que ver con el Rock Radical Vasco, por ejemplo». Sin embargo, «con Franco a punto de morirse, apostaron por hacer un repertorio íntegramente en euskera que innovó el modelo que se había instaurado en todas las verbenas».
El realizador asegura que los componentes del grupo no se ven a sí mismos como parte de una historia «reivindicativa» desde el punto de vista político, pero «sí hacen hincapié en su aportación al impulso del euskera, llevándolo a las plazas y versioneando temas de la música anglosajona». En este sentido, Akelarre fue a principios de los 80 el grupo de compuso la canción de la Korrika. «Han sido bastante pioneros».
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Carlos Iglesias reconoce que Akelarre apareció en un momento en el que las fiestas de los pueblos incluía los bailes en la plaza, pero «con el paso de los años ese modelo fue cambiando y todo eso se trasladó a los bares, lo cual, unido a treinta y pico años de trayectoria, la conciliación familiar y el cansancio de tantos kilómetros de carretera, les llevó a poner punto final a su carrera».
En sus tres décadas de vida, el grupo llegó a superar los 150 conciertos anuales y publicó dieciséis discos de estudio
A lo largo de los 85 minutos de metraje del documental desfilan por la pantalla «los integrantes de Akelarre, que son muchos y pertenecen a diferentes épocas, periodistas especializados, músicos de otras formaciones y seguidores del grupo, así como impagables imágenes de archivo de los años ochenta, noventa y ya en el siglo XXI. «La aportación del punto de vista de fans es una novedad en un documental de este tipo», señala Iglesias.
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Tras el estreno de este próximo domingo en Lekeitio, la película, «en euskera en un 95%», se proyectará en algunos festivales y más veinte pueblos implicados porque han participado como colaboradores en este proyecto. En Gipuzkoa se podrá ver a partir de diciembre en Soraluze, Villabona, Zarautz, Hernani, Zizurkil, Zubieta, Donostia y Aia.
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