Las restricciones permiten seguir a los grandes coros pero paralizan a las formaciones de base
La nueva normativa de la pandemia deja ensayar y actuar a las entidades 'semiprofesionales' y mantiene las escuelas regladas, pero hay corales congeladas desde marzo
Los grandes coros guipuzcoanos, como el Orfeón Donostiarra, el Easo, Landarbaso, Andra Mari, Kea y Oñatiko Ganbara Abesbatza, entre otros, ... mantienen su actividad, pese a las nuevas restricciones, al ser considerados de funcionamiento profesional. Las escuelas de canto y música regladas, también continúan activas. Eso sí, sujetos todos ellos a estrictas medidas de seguridad: con mascarillas, en grupos pequeños, manteniendo distancias de seguridad y en salas ventiladas.
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El dato
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15.000 coralistas, aproximadamente, forman parte de los 350 coros agrupadas en la Confederación de Euskal Herria. Unos 120 son coros guipuzcoanos, 150 vizcaínos, 50 alaveses y 25 de Iparralde. A ellos hay que sumar más corales de base no federadas.
Pero muchos otros coros de base, que carecen de la clasificación oficial de 'casi profesional' que cada año establece el Gobierno Vasco, permancen inactivos, en algunos casos desde marzo, en una situación «complicada de cada al futuro», según subraya Enrique Azurza, presidente de la Confederación de Coros de Euskal Herria.
La confusión que lleva consigo la cambiante normativa de la pandemia también afecta de lleno al mundo coral vasco. Ayer mismo el Gobierno Vasco seguía enviando a los coros notas aclaratorias sobre lo que está permitido o no tras las nuevas restricciones anunciadas la semana pasada. «Vamos ya por el cuarto protocolo de seguridad», confesaba ayer el director de un coro guipuzcoano.
Reconocimiento explícito
No es un campo menor: 350 formaciones, que movilizan a más de 15.000 personas, están oficialmente encuadradas en la Confederación de Coros de Euskal Herria. A ellas hay que añadir varios miles de personas más de coros y escuelas de canto no federadas. El vasco es un pueblo que canta, como sentenció Voltaire, pero ahora se pregunta si puede seguir haciéndolo, al menos oficialmente. Y la respuesta es que sí, al menos en una parte y con todas las restricciones de seguridad establecidas.
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«Somos un colectivo grande», dicen. Más de 350 coros que movilizan a más de 15.000 personas están en la confederación
Por primera vez el decreto de actividades sanitarias del Gobierno Vasco contempla específicamente a los coros. La norma permite seguir ensayando y actuando a los coros que tengan una actividad asimilada a la profesional. La cultura coral es en Gipuzkoa básicamente 'amateur', pero sus actuaciones son en muchos casos junto a orquestas profesionales y en escenarios de ese nivel.
El decreto del lehendakari establece que «quedan suspendidos los ensayos y actuaciones colectivas no profesionales de carácter músico-vocal o de danzas, salvo en el caso de los que pertenezcan a la formación reglada de estudios de grado o equivalente de música». Y se permite seguir a las grandes corales, con un trato asimilado a las formaciones profesionales de la cultura.
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Baremos del Gobierno Vasco
¿Qué coros deben considerarse así? Enrique Azurza recuerda que el sector lleva cinco años funcionando con unas normas claras de la mano del Gobierno Vasco. Un tribunal basado en datos objetivos (número de actuaciones, personas involucradas, repercusión de las mismas) puntúa a los coros que se presentam anualmente a la convocatoria y fija las subvenciones y ayudas para cada formación.
El Orfeón Donostiarra, el Coro Easo, Andra Mari y Landarbaso de Errenteria, Kea Ahots Taldea y Oñatiko Ganbara son algunas de las formaciones con esa máxima consideración que siguen funcionando estos días y que mantienen incluso un calendario de conciertos para los próximos meses, siempre sujeto a los cambios.
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También continúan funcionando las escuelas de música oficiales, incluidas las del Orfeón y Easo, pero otras escuelas de base, como las del Landarbaso, por ejemplo, que moviliza a más de 200 alumnos, tuvieron que suspender ayer mismo la actividad tras conocer las nuevas aclaraciones del ejecutivo autónomo.
«Para muchos coros la situación es muy complicada», enfatiza Azurza, de la confederación. «Algunos no ensayan desde el parón de marzo porque usan locales de entidades que no permiten su utilización por precaución. A buena parte de los coros se les ha caído el calendario de conciertos, y el panorama no es claro».
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Los coros que sí ensayan están sometidos a las normas de seguridad laboral que marca Osalan, «porque los directores o parte del personal sí son profesionales y deben trabajar en las condiciones marcadas». Los cantores pueden acudir a los ensayos incluso en el caso de que suponga un cambio de municipio, con salvoconductos firmados por la Confederación.
El caso del Orfeón
También sigue su actividad el decano de los coros guipuzcoanos, el Orfeón Donostiarra. «El Gobierno Vasco nos ha permitido seguir con los ensayos porque considera que realizamos nuestra actividad de forma profesional», explican desde la formación. «Hemos consultado con la Confederación y efectivamente podemos continuar con los ensayos, como siempre, cumpliendo con las normas de seguridad, distancia e higiene. Además, aquellos cantores que viven fuera de San Sebastián pueden acudir a los ensayos incluso fuera de los municipios colindantes, mediante un justificante que les proporciona el Orfeón», explican las mismas fuentes.
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Los ensayos se hacen por grupos, con mascarilla y distancias y en salas ventiladas. «Cuidamos la seguridad al máximo»
En cuanto a conciertos, «tendremos que aplazar lo que teníamos previsto este mes, por reducción de aforos, pero para Navidades tenemos varios compromisos que esperamos cumplir».
En la música, como en todo , son más las dudas que las certezas, «pero mientras nos dejen seguiremos activos», explican sus responsables. La música profesional, cuyo máximo exponente es la Euskadiko Orkestra, también continúa su programación adaptada a los horarios y aforos.
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Un ejemplo: la 'adecuación' del coro Landarbaso
«Desde que arrancó esta crisis sanitaria hemos tenido que cambiar todo», explica Iñaki Tolaretxipi, director de Landarbaso Abesbatza de Errenteria. «Los ensayos son en grupos pequeños, no tenemos posibilidad de ensayar conjuntamente, utilizamos mascarillas y distancia social, y ventilamos el local en todo momento con las ventanas abiertas».
En su caso el Gobierno Vasco considera a Landarbaso coro de elite, con tratamiento profesional. Por ello pueden ensayar y actuar. «Preparamos nuestro siguiente gran compromiso: 'Hesia Urraturik, Xabier Lete In Memoriam', en el Kursaal, el 5 de diciembre. Si nada cambia ofreceremos esa actuación que se repetirá en Getxo, Euskalduna de Bilbao y Vitoria.
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