El Orfeón dedica el segundo de sus Conciertos Clásicos a Rossini

Esta composición, catalogada como «una de las cumbres de la música romántica religiosa», forma parte del repertorio del Orfeón Donostiarra desde 1982. La versión que se interpretará mañana en el Kursaal es la que compuso Rossini en 1863 para piano y armonio, cuatro solistas (soprano, alto, tenor y bajo) y un coro mixto.

Compuesta por encargo del conde Pillet-Will para su esposa Louise, el músico italiano «rompió moldes en cuanto a la armonización y empezó a distanciarse de los compositores coetáneos», señala el Orfeón Donostiarra. La agrupación coral indica que «detrás de la simplicidad de las formas se esconde una osadía que le proyecta hacia la modernidad». Interpretada en numerosas ocasiones junto al maestro Antxon Ayestarán, en 2003 el Orfeón ofreció esta obra en México con Patxi Aizpiri como director. Fue interpretada por última vez en 2011, en Bilbao y León.

Con su Ciclo de Conciertos Clásicos, el Orfeón Donostiarra pasa al terreno de la autoprogramación ante el parón de contrataciones que la pandemia del Covid-19 ha provocado en la escena musical. Con el objetivo de poner fin a su ausencia de meses en los escenarios donostiarras, el Orfeón ha previsto cinco actuaciones, de las cuales la de mañana será la segunda.

El coro estará acompañado de varios solistas, además de piano, órgano y percusión como acompañamiento instrumental. Los conciertos serán dirigidos por el propio director del Orfeón, José Antonio Sainz Alfaro.