'Algo en lo que creer' Nickolas Butler (Libros del Asteroide)

Nickolas Butler destila en sus novelas una admirable capacidad para retratar personajes con alma. 'Algo en lo que creer' lleva esa cualidad narrativa a su máxima expresión con una tragedia sobre el fanatismo religioso,el estrago que puede causar la fe, y los límites de la protección de la propia tribu. Una historia que explora los lazos comunitarios, la amistad, las relaciones paternofiliales -¿cómo proteges a un hijo de sí mismo?-, la pérdida irreparable... y la nobleza. Porque 'Algo en lo que creer' es, a su modo, una reivindicación de la bondad en tiempo de tiburones.

Lyle, jubilado como dependiente, vive con su esposa en una granja de Redford (Wisconsin), un pueblo atravesado por el ferrocarril -«el ritmo del metrónomo de la América rural al caer la noche»- y experimenta una indecible alegría tras el regreso de su hija adoptada Shiloh, madre soltera, y su nieto Isaac, de cinco años, con el que disfruta todo lo que puede mientras trabaja en un manzanal. A Lyle ya sólo le quedan dos amigos, Hoot, 71 años y alcoholizado, y Charlie, un sacerdote no dogmático, en un pueblo que tiene la maldición y bendición de cualquier comunidad; «tu familia, tus amigos, tus vecinos, tus compañeros de trabajo y tus sacerdotes parecen estar siempre contigo, como si los llevaras en el bolsillo o estuvieran observándote desde la ventana». De modo que hay días en los que en el Medio Oeste americano «cuando no hay nada que hacer, conduces», llanuras allende.

Cierta sombra comienza a cernirse sobre su plácida vejez cuando su hija, creyente feroz, le comunica que se traslada a vivir con el pastor evangelista Steven, de aire telepredicador, arrogante y santurrón, que le ha convencido de que Isaac tiene poderes como 'sanador'.

Lyle se tortura con el dilema de proteger a su hija del fanatismo religioso que la ha colonizado o asumir que como adulta cometa sus propios errores. «Parte de ser padre consiste en querer a tus hijos mucho más de lo que ellos te querrán nunca». Un precipicio moral en el que está en juego su familia porque, ¿quién protegerá a Isaac?

El autor de 'Canciones de amor a quemarropa' vuelve a exhibir una sensibilidad narrativa magistral para reflejar las relaciones familiares.