Amina Claudine Myers: «Me gusta cantar las historias duras que hay detrás del blues»
Cantante y pianista ·
La de Arkansas recibirá este domingo el premio Donostiako Jazzaldia por su carrera como referente del blues y el gospelDesde su casa en el Midtown Manhattan de Nueva York, Amina responde al teléfono con una voz reposada y de acento muy marcado. A sus ... 80 años, la cantante y pianista de Arkansas ha dedicado toda una vida a la música que le inspiró en las misas, que heredó de sus antepasados y que le sirvió como raíz. El blues, el gospel y los espirituales negros corren por su sangre y muestra de ello será su concierto del domingo en la plaza de la Trinidad. Por la mañana, le será entregado el premio Donostiako Jazzaldia en reconocimiento a su trayectoria. Junto a su piano y otras tres voces, los Generations 4 homenajearán a los grandes cantantes de los 50 como Bessie Smith o Carla Ward, en una reivindicación de la mujer y de la identidad negra.
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– ¿Esta es su primera vez en el festival? ¿En San Sebastián?
– No, estuve por primera vez con Lester Bowie y más adelante volvimos a repetir juntos de nuevo. También fui en otra ocasión a piano solo coincidiendo con B. B. King, que también estaba por allí y ahora una vez más. De hecho también toqué en el castillo dos veces y fue muy agradable
– Sobre el escenario de la Trinidad recogerá el premio Donostiako Jazzaldia. ¿Le sorprendió el anuncio?
– ¡Muchísimo! Estoy muy agradecida y encantada, y también es muy interesante que se lo entreguen a un artista etíope.
– Un premio en reconocimiento a su carrera, ¿qué ve cuando echa la vista atrás?
– Me acuerdo de cuando empecé a ir a Europa en 1978, primero a Italia y luego al resto de países y siempre ha sido una experiencia muy bonita la que he sentido con el público. He estado en San Sebastián, en Madrid... y me encanta viajar allí a tocar porque es gente que valora mucho la música y me gusta ofrecerles todo mi amor e inspiración.
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«Los 50 fue un periodo muy rico para el gospel, que es cuando se hizo verdaderamente popular, pero nadie conoce nada de aquellos cantantes»
– Estará con su piano, su voz y otros tres cantantes.
– Así es, el grupo se llama Generations 4 y con él queremos honrar a los cantantes de los años 50 como Clara Ward, The Staple Singers, James Cleveland o Fontella Bass, cantando las composiciones que escribieron, también obras mías que he hecho a lo largo de los años y algunos espirituales negros. Esos cantantes tienen que tener el reconocimiento que se merecen, porque la gente no conoce nada de ellos.
– Será una breve muestra de la tradición coral del gospel con la que se crió.
– Con 13 años salí de Blackwell (Arkansas), para ir a Dallas (Texas), donde descubrí a unas cantantes que se juntaban en la iglesia baptista y con las que empecé a tocar el piano. Dos años más tarde regresé a casa donde organicé un grupo de mujeres jóvenes llamado The Royal Hearts en el que cantábamos gospel y rhythm & blues.
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– Arkansas es un estado limítrofe con Tennessee, Missouri, Louisiana, Texas y el río Mississippi... La cuna del blues. ¿Qué significa para usted? ¿Es más que un género musical?
– Recuerdo escuchar el country blues de niña, pero el blues no vino a mí hasta que no crecía un poco más y me mudé a Chicago. Fue entonces cuando empecé a apreciarlo más porque el jazz vino del blues, así como el gospel vino de los espirituales negros. El blues era una forma de expresar las experiencias personales de la vida, de ahí nace. Pero para mí es también algo espiritual que me llevó al jazz a través de la voz de Bessie Smith y Louis Armstrong, así como la música de Jimmy Reed. Me encanta cantar esas historias tan duras que hay detrás del blues, las que hablan de tener que dejar atrás a tu familia para ir a otro lugar a buscarse la vida. Y es algo que se relaciona totalmente con la actualidad.
«Lo que ocurre con gente siendo asesinada a balazos y que siempre se trata de personas de color es algo que lleva ocurriendo desde hace años»
– Y la música vocal, que usted promueve con su 'Voice Choir' desde 1975. En realidad el origen de todo ello está en la voz 'a capella', en las 'canciones de trabajo' en las plantaciones.
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– Con el 'Voice Choir' cantamos jazz, blues y todas las extensas formas que se expresan entre ambos a través de la improvisación. Empecé a escribir para ocho voces que nunca habían improvisado antes y fue todo un reto. Y eso es lo que seguimos haciendo en Generations 4: cantar música del gospel más tradicional desde sus inicios, a través de las voces de mujeres que aún han pervivido hasta hoy. Los 50 fue un periodo muy rico para el gospel, que es cuando se hizo verdaderamente popular.
– En 1980 publicó 'Salutes Bessie Smith', ¿qué otras mujeres artistas han inspirado su música?
– Pues... Dinah Washington y Nina Simone fueron grandes influencias. Lo primero que aprendí del jazz fue al escuchar 'Stompin At The Savoy'.
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– Precisamente Arkansas pertenece al llamado Bible Belt de territorios donde predomina el protestantismo. En su música la religión está muy presente.
– Soy cristiana metodista. Como sabrás, los esclavos estaban obligados a sentarse en la parte de atrás de la iglesia y, cuando se marcharon del MEC (Iglesia Metodista Episcopal), formaron varias iglesias negras, incluida la Iglesia Episcopal Metodista Africana de Sión (AMEZ), de la que formo parte. Allí nos permitían a las mujeres cantar, tocar y actuar en los programas de Navidad, Día de la Madre...
«Mis ancestros llegaron como esclavos y tenían prohibido orar. En 'Sama Rou' imagino a musulmanes y cristianos juntos rezando en secreto»
– Sin embargo el primer tema de su disco 'Sama Rou' comienza con una llamada a la oración musulmana.
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– Es una buena pregunta... Disfruto mucho de la música africano-musulmana y la respeto mucho, así como al resto de religiones. Mi hijo, que es musulmán, vino a visitarme con una nueva canción llamada 'The Prayer' y me pareció preciosa. No sabía que los musulmanes tenían su propia melodía ni que la cantaban cinco veces al día, así que cuando compuse 'Sama Rou' quise honrar a mis ancestros con mis espirituales negros favoritos. Ellos llegaron aquí como esclavos y no tenían permitido orar. Cada uno tenía diferentes formas de adorar a sus distintos dioses, así que en esa canción les imagino a todos orando juntos en secreto. Es un homenaje a músicos musulmanes, cristianos y de todas las religiones celebrando a Dios.
– También ha sido fiel reivindicadora de la identidad negra, su cultura y sus derechos. ¿Cómo observa el panorama en EE UU?
– La vida sigue y no puede detenerse. Las cosas que ocurren con gente siendo asesinada a balazos y que siempre se trata de personas de color y es algo que lleva ocurriendo desde hace años y años y años. Incluso cuando ha habido progresos , la igualdad siempre ha sido pobre en este país. He nacido en este tiempo para tratar de repartir amor e inspirar a través de la música e, independientemente de los gobiernos, no se puede detener la creatividad. Todos estamos aquí por un propósito.
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