«Las discográficas me piden tocar cosas más fáciles de vender, pero siempre digo no»
Steve Coleman, historia viva del saxo jazz, llega a la Trinidad con sus Five Elements para un show anárquico, improvisado y repleto de energías
Aunque para muchos es considerado como uno de los 'padres' fundadores del movimiento M-Base, el saxofonista Steve Coleman (Chicago, 1956) ni se considera 'padre', ... ni lo considera un movimiento. Para él, es simplemente «una combinación de personas con habilidades especiales». Sin embargo, sus cuatro décadas de trabajo con los Five Elements comenzaron en aquel Brooklyn de los 80 con una nueva corriente jazzística que fusionaba la música urbana y el free jazz, con aspectos simbólicos del Wu Xing oriental. Un espectáculo rompedor que llegará por séptima vez al Jazzaldia para hacer volar los sentidos a través de la improvisación.
Publicidad
– Quien espere ver un concierto de jazz tradicional se ha equivocado de sitio, ¿no?
– No sé a qué te refieres con jazz tradicional, para mí es solo música y no sé lo qué es lo que la gente espera ver. Todos somos diferentes, es decir, la 'gente' no es solo una persona, son individuos con sus opiniones. A veces los periodistas creen que lo que dicen es lo que piensa la gente y eso no es siempre verdadero. Hablo con muchas personas después de los conciertos y cada uno piensa una cosa distinta. No se puede pretender hablar por la gente, solo por uno mismo.
– Me refiero a que fue de los primeros en ver oportunidades en la fusión del hip hop y el jazz. De hecho, viene con el MC Kokayi.
– Sí, Kokayi lleva con nosotros desde 2018. Le conocía de otro grupo que teníamos llamado Metrics y, desde hace cuatro años, se ha sumado a los Five Elements.
– Es una formación sin ningún instrumento armónico. ¿Eso les ofrece más libertad?
– Para mí es lo mismo que haya piano o guitarra o que no lo haya. No me importa, ahora bien, a la gente no lo sé... Más importante que el instrumento, que es tan solo una herramienta, es la persona que toca ese instrumento. Lo que me pregunto es ¿quién es el MC? ¿Es Kokayi o es otro? Muchos piensan que solo porque esté él es rap y no es rap. Tenemos a un hombre con ciertas habilidades, pero no por el hecho de que se una a mi banda la va a convertir en una banda de hip hop o de jazz o de lo que sea. Solo somos una combinación de personas con habilidades especiales.
Publicidad
«Pasé por un periodo duro en 2019 y, cuando golpeó la pandemia, se duplicó el drama. Pero así es la vida, está llena de problemas y hay que superarlos»
– Este es el proyecto con el que iba a venir al Teatro Principal en abril de 2020 pero, claro, la pandemia...
– Todo este tour está siendo muy emocionante, porque son todos los conciertos que tuvimos que cancelar en 2020. En lo personal, pasé por un periodo algo dramático en 2019 y, cuando golpeó la pandemia, se duplicó el drama. Pero así es la vida, está llena de problemas y hay que superarlos. Los músicos somos personas y sufrimos las mismas cosas que le ocurren a quien trabaja en la oficina de correos. Tampoco es que fuera diferente para Charlie Parker, Miles Davis o Duke Ellington, todos ellos tuvieron problemas y dejaron su gran música a pesar de sus problemas.
Publicidad
– ¿Qué le ocurrió?
– Fue muy difícil. La pandemia nos afectó mucho a todos en la banda porque paramos de tocar completamente. Ni conciertos, ni nada. Nos tuvimos que reinventar dando clases online o buscando otros trabajos para sobrevivir. Muchos músicos se mudaron de Nueva York a casa de sus padres... Aquello tuvo un efecto devastador y, mientras, yo estaba envuelto en un litigio en el juzgado porque demandé a una persona.
– Pero no da la sensación de que se esté lamentando.
– Me siento muy afortunado porque conseguí mantener unida a mi banda. El gran Duke Ellington mantuvo su orquesta durante 50 años ininterrumpidos y yo tenía el objetivo personal de que mi grupo durará más que el suyo (ríe). Empecé con los Five Elements en la universidad en 1981, y ya son 41 años juntos. El miembro más reciente es el trompetista Jonathan Finlayson, que se incorporó en el 2000, al resto les conozco desde los 90. Puedo decir que son mi familia, nos conocemos muy bien y nos comunicamos estupendamente.
Publicidad
– Hay cierto misticismo tras los Five Elements: agua, tierra, fuego, aire... ¿Quién es la quintaesencia?
– ¡Ja, ja! Exacto, aunque me refiero más a los cinco elementos de la cultura asiática, que son muy diferentes a los de occidente. Aunque hay similitudes y estudié ambas hace 45 años, lo que me sirvió de inspiración. Está lleno de simbolismos que, aunque no comprendo totalmente, encontré exactamente lo que buscaba para llamar así al grupo.
– Hablan de la música como una «parte holística de todo el espectro vibratorio que va de lo micro a lo macro». Suena muy esotérico.
– ¡Lo has definido muy bien! El principio del universo es el movimiento. Incluso si estás tirado en la cama y crees que estás parado, sigues girando con la Tierra a gran velocidad. Y la Tierra gira alrededor del Sol a una velocidad aún mayor. Y todo el Sistema Solar está dando vueltas en el centro de la galaxia y la propia galaxia... todo sigue así como un fractal. Y hacia el interior es igual. A un nivel subatómico ocurre lo mismo con los electrones y esas cosas, son los mismos principios y en ninguno de los dos casos la influencia humana puede hacer nada.
Publicidad
«Soy muy afortunado por mantener unida a mi banda. Duke Ellington mantuvo su orquesta durante 50 años y yo quiero superar su récord»
– Algo así como los Coltrane Changes de los 80. ¿Usa también las matemáticas?
– En mi música intento crear un reflejo de ese principio. Lo que escuchas en el ritmo son mis intentos de proyectar las mismas vibraciones que siento. No es nada intelectual, es algo que empieza en la intuición. Claro que se ha hecho antes con Olivier Messiaen o John Coltrane, porque lo aprendí de ellos, no soy el primero que lo hace, pero sí lo hago a mí manera. De todas formas no me gusta llamarlo matemáticas, me gusta llamarlo números porque son parte de nuestro lenguaje como humanos.
– ¿Y le supuso tener que soportar críticas?
– Sí, claro, siempre hay críticas. Es algo que va con este negocio (ríe). Hay gente que hace y hay gente que critica, así que está bien. Tampoco soy el primero al que critican.
Noticia Patrocinada
– El bebop de Charlie Parker y el free jazz de Ornette Coleman también fueron desdeñados en su momento.
– Por supuesto. Todo el rato recibo mensajes de compañías discográficas que me piden '¿podrías tocar esta vieja canción de Jobim?'. Y siempre digo que no, porque para ellos es más fácil de vender y eso es lo que intentan: hacer marketing y vender.
– Cassandra Wilson dejó el movimiento M-Base para volver al jazz tradicional, el blues y el folk. ¿De verdad es rentable innovar?
– Primero, no es un movimiento así que no hay nada que tenga que dejar. Esa gente hace lo que quiere hacer, si les gusta el blues o el folk está bien. Y sigo teniendo relación con Cassandra. Solo somos individuos decidiendo una cosa un año que al año siguiente puede cambiar a otra.
Publicidad
– Pero individuos que comparten una misma identidad y se juntan para desarrollarla, ¿no es un movimiento?
– Puede que con tu amigo tengas cosas en común este año y compartáis muchas cosas juntos, pero puede que el año que viene ya no. Puedes casarte y divorciarte, nadie se mantiene igual por siempre, las cosas y las ideas cambian. Miles Davis dejó el grupo de Charlie Parker y luego le pidió a Coltrane que no dejara el suyo y Coltrane lo dejó, pero tampoco lo hizo para tocar siempre con Elvin Jones y eso está bien, es la progresión natural de las cosas.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión