Amina Claudine Myers llevará su premio «a mi pared de honor»: «La música saca lo mejor de la gente»
La cantante y pianista norteamericana recibe el Donostiako Jazzaldia y ensalza al «público tan cálido de este festival»
Tiene 80 años y se mueve con calma, rodeada por músicos que son familia. Pero cuando empieza a hablar aparece el vigor de la mujer poderosa que ha marcado décadas en la música popular norteamericana. Amina Claudine Myers ha recogido este domingo «honrada y feliz» el premio Donostiako Jazaldia de manos del alcalde, Eneko Goia. «Lo pondré en la pared de honor de mi casa», dice la cantante y pianista, que recuerda que «la música saca el mejor talento de las personas».
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Amina se ha movido desde niña entre los escenarios, como artista, y en las iglesias y las aulas como profesora de sucesivas generaciones. En su concierto de la Plaza de la Trinidad de Donostia (este domingo por la noche) la acompaña la llamada 'Generation 4', integrada su hermana Jeanette y por hijos y hasta nietos de músicos que han trabajado con ella en el pasado.
El director del Jazzaldia, Miguel Martín, ha rememorado en el acto de entrega del premio, celebrado en la Sala China del Victoria Eugenia, que «Amina actuó hace muchos años por primera vez en San Sebastián, como telonera de BB King, y se ganó al público solo con su piano y su voz. No solo ha establecido puentes perfectos entre tradición y vanguardia, sino que su aportación ha sido fundamental para promover nuevos talentos en la Association for The Advancement of Creative Musicians, la mítica ACCCM», subraya el director del festival donostiarra.
Y así lo ha corroborado Amina Claudine Myers en un agradecimiento que ha sido toda una reflexión, incluso salpicada de algunas notas musicales cantadas, sobre el poder de la música «para sacar talento» y también para empujar reivindicaciones como la igualdad de la comunidad afroamericana en su país o las mujeres, desde el propio nacimiento del gospel como expresión de dolor de la comunidad negra. «Desde los 12 o 13 noches ya formaba a otros niños en el coro de la iglesia Baptista, y así he seguido desde entonces, combinando la educación con las actuaciones con músicas de distintas generaciones».
Esa mezcla de estilos se hará presente en la Plaza de la Trinidad, «con margen siempre para la improvisación, uno de los motores del arte en escena». «Es mi tercera vez en San Sebastián y sé que el público es cálido y amante de la buena música», explicaba la artista al alcalde tras recoger su galardón, segundo de los que se entregan este año. El anterior fue para Mulatu Astatke.
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