Elogio del bar de la esquina y de la tienda del barrio (y de la Artesana y de 'The Good Fight')

Dicen las campañas que «donde hay comercio, hay vida«. Y estos meses de desierto apocalíptico lo hemos reafirmado. Vivimos ahora días de difícil equilibrio entre la protección de la salud y la progresiva vuelta a la supuesta normalidad. El lunes abren más tiendas, algunas terrazas de bares... Y crecen las llamadas a gastar en los negocios cercanos. Uno solo no puede revitalizar la economía mundial, esa llena de sombras según anuncia desde la pantalla Christine Lagarde, pero sí puede activar la tienda del barrio y el bar de la esquina.

Mi amigo Guille Viglione, que es como un euskobarómetro que detecta las tendencias, ha lanzado en Dimensión una campaña en favor del comercio de proximidad. David de Jorge siempre repite que no hay mejor plan estratégico de mejora económica que gastar en los negocios de alrededor. Esos que antes de quedarse con los brazos cerrados se han puesto las pilas tecnológicas. Me encanta ver cómo un bar de toda la vida, el Paco Bueno, lanza en Twitter su carta para prepararte por encargo la merluza rebozada. Y uno de mis mejores momentos gastronómicos del confinamiento fue cuando Iñaki el del Vaskito trajo a casa sus deliciosas kokotxas.

A la espera de lo que ocurra en octubre San Sebastian Gastronomika celebra un 'congreso virtual' por redes. Y ahí el cocinero brasileño Alex Atala dejó una sentencia redonda, aunque suene a demagogia: en esta crisis hemos descubierto que podemos vivir sin futbolistas, pero no sin agricultores. El verdadero Messi es el que planta los tomates en Astigarraga.

Hay que ponerse las gafas de cerca. Hasta para viajar. Este verano igual toca cambiar de destino: pasear por Hendaya o Zarautz como si fueran el Caribe. Y en vez de Tailandia, Bilbao: hasta resulta más exótico.

Es la eterna joven de las sociedades gastronómicas, pese al título de decana: la Unión Artesana cumple 150 años pero en este siglo y medio siempre ha estado en vanguardia de los cambios sociales. Ahora vuelve a tocarle... a su pesar. La crisis del coronavirus ha obligado a suspender parte de la programación de aniversario, pero frente al confinamiento, imaginación. El jueves, día exacto de la fundación, habrá evento virtual de celebración a través de su página de Facebook y su web. Será de 19.00 a 20.00 y prometen sorpresas. Cuando todo esto pase llegará el momento de los festejos en carne y hueso. Repasar la historia de la Artesana es confirmar que, en contra de lo que algunos piensan, las sociedades gastronómicas no tienen por qué ser viejunas.

Esta cuarentena hemos aprendido que nos satura tanta recomendación de series. Yo no recomiendo, pero cuento que cada jueves espero el nuevo capítulo de The Good Fight con ilusión juvenil. Las entregas llegan semanalmente, al tiempo que se emiten en EEUU, y sabemos así las nuevas andanzas de este despacho de abogados por donde pasa la vida y donde trabaja, entre otros, la estupenda Christine Baranski. Es una serie con una mirada crítica, a veces hasta radicalmente, sobre su propio país y sus poderes. Si alguien quiere descubrirla que empiece por la primera temporada. Y perdón por hablar de series...

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