De raíces y ramas

Decía Eduardo Chillida que él era como un árbol, con las raíces en un país y las ramas abiertas al mundo. El centenario del nacimiento de Eduardo Chillida es una gran oportunidad para celebrar la fortuna de contar con la riqueza artística de un genial escultor como lo fue él y, también, para promover entre los más jóvenes el descubrimiento de uno de los grandes artistas e intelectuales de la cultura mundial de nuestro tiempo.

Desde el departamento de Cultura de la Diputación foral de Gipuzkoa hemos colaborado en su centenario, elaborando una guía didáctica que pretende convertirse en una herramienta para que educadores y estudiantes se acerquen y comprendan la obra de Chillida.

Con el firme propósito de que la cultura y el arte no son solo ocio y entretenimiento, sino que son parte o deben serlo, de la educación de nuestros niños y niñas, desarrollamos el programa Eskola Kultura en el que se enmarca esta iniciativa.

Con Kultura Eskola, promovemos un modelo de iniciación en la cultura queriendo insistir en la importancia que el conocimiento y desarrollo de actividades artísticas tiene, sobre todo a edades tempranas, en el desarrollo emocional. Contribuir desde la cultura y el arte al desarrollo emocional de nuestros niños y niñas es formar seres auténticos y libres, sensibles, que puedan y sepan relacionarse desde el respeto y el reconocimiento del diferente sin perder su espíritu crítico.

Si educamos y formamos a nuestros niños y niñas en la salud de su cuerpo, debemos hacer lo propio con sus sentimientos y su desarrollo emocional y, para ello, no hay mejor herramienta que iniciarles en las disciplinas artísticas. Debemos entender que las Bellas Artes exploradas desde la infancia nos ayudan a desarrollar numerosas habilidades que nos acompañan a lo largo de nuestra vida, construyendo la manera en la que pensamos, cómo nos relacionamos socialmente y, también, la manera en la que vemos el mundo.

Estoy convencida que esta guía didáctica contribuirá a conocer las inquietudes del artista, de sus reflexiones, de su inspiración en distintas disciplinas, de su mirada critica y personal sobre el mundo que le rodeaba, y de cómo su obra expresa todas esas facetas. Contribuyamos, administraciones responsables del ámbito artístico, cultural y educativo, familias y educadores, a enriquecer y alimentar las «raíces» de los más jóvenes. Enriquecer esas raíces permitirá que las siguientes generaciones alimenten, desde muy jóvenes, sus inquietudes por extender sus ramas al mundo, cargados de valores positivos que les hagan ciudadanos responsables, solidarios, críticos y creativos.

Temas

• Eduardo Chillida Juantegui