Diálogo con el espacio público

Miércoles, 10 de enero 2024, 06:32

Desde la década de los años cincuenta del siglo XX, Eduardo Chillida fue autor de un cuerpo de obra propio y singular que contó con un amplio reconocimiento internacional de manera muy temprana. Se trata de una producción que trascendió las técnicas y los soportes, y que condujo al artista a explorar, desde el campo de la escultura, las cualidades de otras disciplinas como son el diseño y la arquitectura.

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Es precisamente en este último ámbito, el de la arquitectura, en el que destaca con sus intervenciones en el espacio público, junto a colaboradores como el arquitecto Luis Peña Ganchegui. Juntos desarrollaron dos proyectos emblemáticos en Vitoria-Gasteiz y en San Sebastián; en el año 1975 planifican la transformación de un antiguo colector en la bahía donostiarra y la instalación de una de las esculturas más reconocidas de Chillida, 'Peine del viento XV'; en 1979, en la capital alavesa proyectan una transformación del espacio de la actual Plaza de los Fueros, en el que se coloca además una importante obra de escultor, el 'Monumento a los Fueros-Estela VII', que se cobija en un entramado de formas que inciden en el universo simbólico del artista.

En el caso de Vitoria-Gasteiz, el proyecto arquitectónico se localiza en el espacio que ocupaba el antiguo Mercado de Abastos de la ciudad. Luis Peña Ganchegui contaba ya en la ciudad con otra obra significativa fechada en 1968, la Iglesia San Francisco, conocida popularmente como Iglesia del 3 de marzo, por los trágicos sucesos acontecidos en 1976 en su interior y aledaños.

La propuesta de la Plaza de los Fueros propuso un diálogo radical entre espacio público, arquitectura y escultura, que incidía en una resignificación de las formas que Eduardo Chillida despliega de manera irrepetible en su producción. Tal y como se indica en la memoria del proyecto en el archivo del arquitecto guipuzcoano, en el espacio «se formalizan dos niveles, donde se sitúan los elementos símbolos recuperados de nuestra más honda raíz popular: el roble que protege las sabias leyes ancestrales; la escultura de Chillida, como recuperación del hacer de los canteros, herreros y trabajadores del País Vasco; el mástil con el emblema foral; los juegos populares (arrastre y levantamiento de piedras, frontón, bola-toki) […]».

Esta comprensión del espacio arquitectónico como material escultórico se descubre también en otras series de obras como la titulada 'Elogio de la arquitectura', que Eduardo Chillida inicia a finales de la década de los sesenta, y en las que condensa muchas de sus investigaciones en torno al lenguaje de la escultura, el tiempo, el espacio y el límite. Una obra de esta serie, 'Elogio de la arquitectura XIV', fechada en 1994, forma parte de la Colección de Artium Museoa y está situada en el exterior del museo en Vitoria-Gasteiz.

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