Leonardo Padura. ep

«Cuba está harta de que le roben el futuro», clama Leonardo Padura

El escritor cubano novela sobre dos espejismos de libertad en la reciente historia de la isla en la novena entrega de la serie del Mario Conde

Miércoles, 7 de septiembre 2022, 08:00

«Con seis asesinatos, es mi novela más habanera y criminal». Así presenta Leonardo Padura (La Habana, 66 años) 'Personas decentes' (Tusquets), la novena entrega ... del policía Mario Conde. Son dos novelas en una sobre dos episodios cruciales en la historia de Cuba, dos espejismos de libertad vividos a principios y a finales del siglo XX en los que se atisbó una Cuba sin cadenas que se esfumó. «Cuba y los cubanos están hartos de que les roben el futuro», sentencia el escritor, periodista y guionista, Premio Princesa de Asturias de las Letras en 2015 y que no piensa abandonar su mortificada isla.

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«Ser decente es impracticable en Cuba. Para sobrevivir hay que hacer cosas, que sin ser ilegales, están discutidas con la ética estricta de la decencia», dice Padura para explicar el titulo. Su investigador, Mario Conde, expolicía, exvendedor de libros antiguos, memorioso y pesimista, «fue siempre decente». «Necesitaba esa decencia para que investigara lo más turbio; no podía ser vulnerable» dice su creador.

Lamenta que en Cuba, como en el resto del mundo, «los hijos de puta ganen espacio y sean cada vez más». También que el mundo sea «un lugar de ultracompetencia» y que la política se degrade. «Está pervertida. Hay, como siempre, políticos hijos de puta, criminales, dictadores y tiranos. Pero hoy se ha perdido la vergüenza y los políticos tratan de engañarnos como si fuéramos imbéciles», lamenta.

Padura novela «dos grandes frustraciones» a través de dos investigaciones. Una transcurre en 1910, cuando La Habana intervenida por el gobierno estadounidense quería ser la Niza del Caribe. Gira en tono a la vida del rico proxeneta Alberto Yarini, cuya historia se propone novelar el propio Conde.

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En la otra trama Conde investiga la mutilación y asesinato de un antiguo censor castrista que acosó, represalió y arruinó las carreras de escritores y artistas como José Lezama Lima o Virgilio Piñera, e hizo fortuna vendiendo los cuadros que robaba.

En 2016 Cuba era una fiesta, que diría Hemingway. En pleno deshielo, visitó la isla Barak Obama. Hubo un concierto histórico de los Rolling Stones, y un desfile de Chanel. Pero pronto el sueño se desvaneció y volvió la pesadilla totalitaria y las carencias. «Fue otro paréntesis en nuestra historia», dice Padura. «Hoy en Cuba vuelve a faltar de todo: comida, medicamentos, energía...».

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