Cuatro décadas tras la máscara de King Kong
En 1985 surgió el colectivo de artistas femeninas Guerrilla Girls que con humor denunciaban el trato desigual respecto a los hombres
Domingo, 19 de octubre 2025, 07:18
Han pasado cuarenta años desde que se creó, pero la reivindicación sigue siendo tan actual como entonces. El colectivo Guerrilla Girls surgió en 1985 en ... Nueva York al reunirse un grupo de mujeres que compartían un sentimiento de frustración al comprobar que a finales de siglo las diferencias entre los sexos seguían siendo más que patentes y las mujeres artistas continuaban sin tener un reconocimiento.
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Que su mensaje todavía es vigente lo testimonia el hecho de que algunos de los centros artísticos más relevantes cuentan en estos momentos con exhibiciones de algunas de sus acciones y de su cronología, como es el caso de la Tate Moderm de Londres, el J. Paul Getty Museum de Los Ángeles o el Museo Nacional de Mujeres en las Artes en Washington. De las calles han pasado a los museos.
La chispa que encendió este movimiento fue una exposición de arte contemporáneo organizada por el Museum of Moderm Art (MoMA), 'An International Survey of Painting and Sculpture'. De los 169 artistas que tomaban parte en ella, solo 13 eran mujeres. Lo más flagrante era que se anunciaba como una muestra de «los artistas más importantes del momento». Es más, el comisario que la organizaba, Kynaston McShine, comentaba sin ningún tipo de reparo en las entrevistas que «aquellos que no han sido convocados debían repensar sus carreras». Entonces se autodenominaron «la conciencia del mundo del arte». La discriminación racial, el aborto, las violaciones o las pobrezas han sido otros de los temas en los que han centrado sus reivindicaciones.
Pronunciación parecida
Ante esa situación notablemente discriminatoria un grupo de creadoras femeninas optaron por manifestarse ante el edificio. Tras comprobar que no tenían mucha repercusión, decidieron dar un paso más y realizar una serie de actuaciones cercanas a las performances o intervenciones reivindicativas en la calle. Ocultaban sus rostros con máscaras de simios –guerrilla y gorila se pronuncia parecido en inglés–, inspiradas en el personaje de King Kong, que empleaban como símbolo de dominio masculino. Tras ellas, además de protegerse para no ser criticadas e insultadas por el heteropatriarcado, al ser todas iguales representaban a todo el género. Así comenzó su andadura Guerrilla Girls, que todavía hoy sigue organizando acciones denominadas 'artivismo', el resultado de juntar arte y activismo. Hace unos meses, en Sofía organizaron una marcha encabezada por un cartel en el que se leía 'Mujeres de Bulgaria se someten a una dieta extrema' y el año pasado hicieron una campaña para apoyar a Kamala Harris con el lema: 'Vota por Harris/Walts. Pastel de manzana y libertad'.
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A la primera manifestación ante el MoMA le siguieron otras protestas para poner en evidencia todo el mercado artístico. Responsabilizaron a coleccionistas, críticos y propietarios de galerías de las diferencias entre géneros dentro del mundo del arte. Para ello colgaban carteles por el Soho, autobuses o desplegables de revistas. Actualmente, y aunque han entrado en los museos que les dedican exposiciones, siguen con la misma dinámica, las Guerrilla Girls utilizan una combinación de texto, publicidad, representación gráfica, diseño, arte clásico e incluso se han inventado algunos premios… Todo para hacer llegar su mensaje, siempre desde el humor porque las integrantes de este colectivo consideran que es el arma más efectiva para su lucha que ha inspirado a otros grupos posteriores como Femem o Pussy Riot.
Una de las acciones más llamativas fue cuando frente al Metropolitan Museum de Nueva York colocaron un gran cartel en el que se podía leer '¿Tienen las mujeres que estar desnudas para entrar en el Met? Menos del 5% de los artistas en las secciones de Arte Moderno son mujeres, pero un 85% de los desnudos son femeninos'. Acompañaron la denuncia con una reproducción de la 'Gran Odalisca' de Dominique Ingres a la que colocaron, cómo no, la imprescindible máscara siamesca.
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Las acciones de este movimiento se enmarcan dentro del 'artivismo', el resultado de juntar arte y activismo
También tuvo mucha repercusión un gran póster en el que enumeraban una serie de supuestas ventajas que atribuyen a la condición de ser mujer artista. Entre ellas están trabajar sin la presión del éxito; tener la oportunidad de escoger entre la carrera y la maternidad; ver las ideas reflejadas en el trabajo de otros; estar segura de que cualquier tipo de arte que hagas será catalogado como femenino; ser incluida en versiones revisadas de la historia del arte.
En algunas de sus intervenciones han recopilado frases que muestran el machismo de algunos de los 'grandes' hombres de la historia: 'Cien mujeres no valen lo que un solo testículo' (Confucio), 'La mujer es un hombre que ha salido mal' (Tomás de Aquino), 'Solo hay dos tipos de mujeres: diosas y felpudos' (Picasso) o 'Una buena mujer es la que tiene la cabeza vacía y el jersey lleno' (Frank Sinatra).
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Justicia para Ana Mendieta
En 1992 reclamaban, entre otras cosas, justicia para la artista cubana Ana Mendieta que en 1985 cayó desde un piso 34 de un edificio de apartamentos en Manhattan. El único testigo fue su marido, el escultor Carl Andre, que tras dos años de juicio fue absuelto aunque la familia de la fallecida seguía manteniendo que fue quien la lanzó al vacío. Las integrantes de la Guerrilla Girls se plantaron ante el Museo Guggenheim el día de la inauguración de su rehabilitación con el cartel en el que se leía: 'Carl Andre está en el Guggenheim. ¿Dónde está Ana Mendieta?'».
En la actualidad, el colectivo ya no resulta tan rompedor como en sus inicios, y con el tiempo sus fundadoras han ido dejando el activismo, pero las artistas que todavía lo integran siguen manteniendo su anonimato y aseguran que ni siquiera sus familias saben que forma parte de él –«salvo nuestros peluqueros» bromean–, para preservar su anonimato, «una de nuestras herramientas más poderosas». Para sus intervenciones públicas utilizan como seudónimo los nombres de artistas fallecidas como Frida Kahlo, Eva Hess, Anaïs Nin, Gertrude Stein o Lee Krasner, reivindicando de esta forma los logros de esas mujeres.
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Frente al Metropolitan denunciaron que la mayor presencia de las mujeres en los museos es en las pinturas de desnudos
En su propia cronología han tenido disensiones internas. En 1999 el colectivo, que había crecido considerablemente, decidió establecerse como Guerrilla Girls Inc. Pero solo un año más tarde empezó a separarse: el grupo de performers y el comando online se establecieron por su cuenta, lo que terminó desencadenando un desagradable proceso judicial entre las diferentes partes.
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