Joxean Fernández: «Recuperamos en verano el ciclo de Cine y Ciencia y Eric Rohmer pasará al otoño»

– ¿Cuándo se reiniciarán las proyecciones de Filmoteca Vasca en el cine de Tabakalera?

– Nos sentimos integrantes de la pantalla compartida de Tabakalera y firmamos a medias con Donostia Kultura la producción de Nosferatu que se reinicia el 17 de junio, pero las dos proyecciones que vamos a hacer para retomar el ciclo de Cine y Ciencia que quedó interrumpido a principios de marzo van a tener lugar ya en julio. La película 'Despertares' se proyectará el 4 de julio, y el 18 de julio se proyectará 'Ad Astra'. Quedaba una proyección más, 'La mujer en la luna', de Fritz Lang, con pìano en directo de Javier Pérez de Azpeitia, pero por distintos motivos vamos a dejarla para la edición de Cine y Ciencia de 2021.

– ¿El ciclo de Cine y Ciencia va a ser aún más pertinente después del coronavirus, habrá algún guiño a la pandemia?

– Trabajar con el Donostia International Physics Center está siendo un auténtico placer, su equipo es de una generosidad y una profesionalidad realmente admirables. Y los debates que tenemos con ellos forman parte de lo mejor de nuestra gimnasia intelectual. El ciclo de Cine y Ciencia me parece hoy día más importante aún que cuando lo empezamos, y no descarto nuevas iniciativas. No hemos pensado de momento en hacer ningún especial de pandemias, aunque alguna película muy apropiada como 'La amenaza de Andrómeda' siempre ha estado en nuestras listas. Yo espero que tras esta crisis salgan reforzadas la sanidad, la ciencia, la educación y la cultura. Y eso conllevará que se refuercen muchas otras áreas. El trabajo que hace el DIPC es tan importante y nos ayuda tanto, que creo que nuestro público agradece mucho esta colaboración. Y a las cifras me remito, la asistencia a nuestras proyecciones han aumentado en buena parte gracias a este ciclo. Hemos pasado de 45 proyecciones con un total de 3.665 espectadores que tuvimos en 2016 a las 95 proyecciones y 12.289 espectadores de 2019, ya con sesiones en San Sebastián y en Bilbao, casi se ha doblado la cifra del año anterior. El ciclo de Cine y Ciencia ocupa casi tres meses de nuestra programación y ha influido notablemente en la asistencia.

– Con el cese de actividad por la pandemia, ¿tenían que estar pendientes de todos modos de la conservación de los materiales fílmicos?

– Sí, hemos estado llevando un control de la temperatura y humedad del archivo que ya está en Tabakalera, eso forma parte de nuestro día a día, aunque no hayamos estado trabajando físicamente allí. La conservación digital y fotoquímica sería el primer de nuestros ejes. Estamos aprovechando todo este parón para acelerar la catalogación de fondos propios y de la catalogación general del cine vasco que terminaría formando parte de ese gran proyecto de repositorio digital de cultura vasca que está en marcha. En segundo lugar diría que tenemos voluntad de tener mayor presencia internacional. Nosotros íbamos a solicitar, y este es uno de los problemas que hemos tenido con la pandemia, el ingreso como miembros de pleno derecho de la Federación de Archivos Fílmicos en una reunión que se iba a celebrar el pasado abril en México, espero que eso ocurra en 2021.

– Otro daño colateral de la pandemia es la cancelación este año del ciclo de Jazzinema.

– Decidimos posponerlo para el año que viene porque algún preestreno muy notable que teníamos previsto se nos cayó, y ya no nos cuadraban las fechas con el retraso de los estrenos en salas. Y nos pareció que nos iba a quedar una faena de aliño un tanto pobre y en coordinación con el Jazzaldia preferimos dejarlo para el año que viene, y volver a hacer un Jazzinema potente.

– También ha quedado en el aire el ciclo previsto sobre Eric Rohmer...

– Sí, se iba a celebrar de abril a junio porque se cumplen cine años de su nacimiento, y aunque no era una retrospectiva completa, pero sí notable, lo intentaremos hacer de octubre a diciembre. Había iniciativas muy bonitas que intentaremos recuperar, como la inauguración del ciclo con Marie Rivière, la protagonista de 'El rayo verde', que es una película rodada en parte en Iparralde. También íbamos a contar con una mesa redonda con Carlos F. Heredero y Antonio Santamarina, y una con la escritora Mariasun Landa para una presentación, espero que podamos retomar todo eso en octubre con cierta normalidad.

– ¿Cuándo volverán las proyecciones de Filmoteca Vasca en Bilbao?

– Esperamos que en octubre, con el ciclo Eric Rohmer. También allí las cifras de asistencia están consolidadas. El proyecto de Filmoteca Vasca es tener proyecciones en las tres capitales de la comunidad autónoma vasca, en Tabakalera, el Bellas Artes de Bilbao, y este año queríamos empezar en otoño en Artium de Vitoria, pero no va a poder ser hasta otoño de 2021, porque hay que adecuar la sala que tienen allí. También nos gustaría tener una colaboración en el futuro con el cine Le Sélect de San Juan de Luz. Si en lo referente a la conservación nos interesamos por el ámbito de las siete provincias vascas, en el de la difusión nos gustaría cubrir por lo menos estas cuatro a medio plazo. Y para mí sería un sueño poder llegar a todo el país en proyecciones matinales para el público escolar durante todo el año, quizás en colaboración con instituciones con las que ya tenemos vínculos estrechos.

– En el tiempo de confinamiento han aprovechado para potenciar el visionado de algunas películas de sus archivos a través de la página web de Filmoteca Vasca. ¿Qué tal ha funcionado?

– En la web tenemos varias colecciones de fondos fílmicos de Filmoteca y lo que hemos hecho en estos meses es darles luz. Creo que ha sido muy interesante, no son películas comerciales, sino cine amateur, depósitos familiares e imágenes documentales de nuestro pasado, y nos ha sorprendido la audiencia que han tenido. Es una manera de poner de relieve parte de lo que hacemos. En breve vamos a sacar unos vídeos corporativos para dar a conocer el trabajo de la Filmoteca. Y seguimos como siempre abiertos a que la gente que tenga películas las deposite en Filmoteca Vasca, que es donde se conservan adecuadamente, no en una lata en el armario de casa, que se pueden echar a perder.

– En esas películas que se pueden ver en la web también se descubren muchas imágenes del pasado de nuestras localidades y de nuestra vida social.

– André Malraux decía que «la cultura es la herencia de la nobleza del mundo», y yo creo que a través de la conservación de nuestro patrimonio cinematográfico hacemos un poco eso y, como decía el propio Malraux, le arrebatamos algo a la muerte. La gente que hizo esas películas o aparece en ellas está viva a través de esos fondos fílmicos. Por eso, conservar el patrimonio cinematográfico a algunos les puede parecer caro en tiempos de crisis, pero no hacerlo sería suicida porque abriría una brecha trágica con las jóvenes generaciones.

– ¿Algún otro proyecto de futuro?

– Sí, en los últimos años hemos continuado con la colección de libros dedicados a cineastas como Daniel Calparsoro, Helena Taberna o Yannick Bellon y ahora queremos hacer un proyecto especial, a dos o tres años, que analice la historia del cine vasco desde la perspectiva de género. Hemos solicitado a Pilar Rodríguez, profesora de la Universidad de Deusto, que coordine un libro sobre este tema que puede ser muy interesante, va a poner sobre la mesa muchos debates, nos va a ayudar a comprender la historia de nuestro cine y nos acerca a esa perspectiva de género que es tan necesaria hoy en día. Siempre digo que ser demócrata es sinónimo de ser feminista. Y desde ese punto de vista no cabe no ser feminista. Nos va a llevar a un ciclo que puede durar tres años, porque queremos programar un largometraje de cada una de las directoras vascas, y que comenzaría en octubre de 2021 y espero que sea ya en las tres capitales.