Mireia Gabilondo, en el paseo de Francia de San Sebastián. josé usoz
Actriz y cineasta

Mireia Gabilondo: «Creemos que es buen momento para estrenar, hay que seguir adelante»

Ha dirigido la adaptación al cine de la obra de teatro 'Erlauntza', en dos películas independientes, una en euskera y otra en castellano

Viernes, 30 de octubre 2020, 06:16

El próximo viernes estrena su nueva película como directora tras 'Amaren eskuak (Las manos de mi madre)'. La actriz y directora de teatro, cine y ... televisión Mireia Gabilondo ha aprovechado el verano para adaptar al cine la obra de teatro 'Erlantza', de Kepa Arresti, una «loa a la amistad» protagonizada por seis mujeres.

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Erlauntza / Enjambre

  • Dirección: Mireia Gabilondo

  • Guion: Kepa Errasti y Mireia Gabilondo

  • Intérpretes: Aitziber Garmendia, Sara Cózar, Naiara Arnedo Getari Etxegarai, Itziar Atienza y Leire Ruiz.

- ¿Cómo surgió la necesidad de llevar al cine una obra de teatro que ya habían representado muchas veces?

- Hace dos años que estrenamos la función, y ya desde entonces nos parecía factible hacer una película porque era un único decorado y seis actrices, porque el trabajo ya estaba hecho, por esa claustrofobia que tiene el texto y

que daba muchas posibilidades para contarlo con imágenes. Me daba la posibilidad de utilizar algún espacio más, porque sigue siendo un agroturismo, pero en el teatro todo se desarrolla en el salón-cocina, y en el cine podía ampliarlo, para crear una relación de poder entre las seis amigas que se reúnen para una despedida de soltera, y que se empiecen a decir cosas que nunca se habían dicho.

- La obra es de Kepa Errasti, que también ha intervenido en el guion, ¿no?

- Sí, el año pasado hicimos la versión cinematográfica, para presentarla a las ayudas para la producción del Gobierno Vasco y ETB. Pero no nos dieron la ayuda, el proyecto se quedó ahí y nos dedicamos a otras cosas. Pero durante el confinamiento Fernando Bernués me animó a que la retomáramos, pidiéramos un crédito y la hiciéramos por nosotros mismos, y finalmente la hemos hecho en coproducción con Anacrónica y La Tentación. La parte interpretativa de las actrices, el texto, todo estaba hecho y trabajado y había muy buen rollo entre nosotras, y queríamos aprovechar ese tiempo en que se nos habían caído todos los 'bolos'. Era el momento perfecto.

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«Cuando no nos dieron la ayuda que solicitamos, la dejamos aparcada. Con el confinamiento llegó el momento de hacerla»

«Era un equipo pequeño pero de lujo, todos concentrados durante tres semanas en el lugar de rodaje»

- Además es una película confinada en sí misma, todo ocurre en la casa, ¿no?

- Sí, y tenía claro que quería un equipo pequeño, y concentrado en un solo lugar. En la dirección de fotografía estaban David Bernués y Xabier Lozano, que han trabajado mucho con nosotros en el teatro o en la serie 'Mugaldekoak', y todo el mundo estaba dispuesto. Algunos incluso se ofrecían cuando se enteraban de que la estábamos haciendo de esta manera. He tenido al mejor ayudante de dirección que podía tener, Antxon Zabala, y lo mismo con el sonido, con Juan Borrell. Fernando Velázquez también quiso hacer la música, que se ha grabado con la Orquesta de Euskadi. Al final quedó un equipo pequeño pero de lujo.

- ¿Y cómo encontraron la casa para rodar?

- ¡De la misma manera! Hemos podido rodar en Fica, en Vizcaya, porque Ana Turrillas, que ha trabajado mucho con nosotros en teatro haciendo el vestuario, tiene esa casa que nos ha cedido amigablemente. Y todo el equipo dormíamos en el único agroturismo que está debajo del caserío de Ana, todos allí confinados.

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- ¿Cuándo se rodó?

- En julio, cuando ya se podía circular libremente. Rodamos en tres semanas, con el mismo reparto de la obra de teatro, con el primero de ellos, porque luego hubo algunos cambios.

- Y rodaron, en realidad, dos películas simultáneas, una en castellano y otra en euskera, ¿como hacían en el Hollywood de los años 30, varias versiones para distintos países?

- Sí, cada escena la rodábamos primero en un idioma y luego en otro, con el mismo reparto y todo. Es que es una comedia, y los subtítulos siempre son más complicados en este género, por el ritmo de los diálogos. Y teníamos las dos versiones trabajadas en el teatro, las actrices ya tenían el texto interiorizado en los dos idiomas. Así que me lancé a hacerlo de este modo y las dos son versiones originales, una en euskera y otra en castellano. No quería hacer un doblaje.

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- Entonces no serán exactamente iguales.

- No, ni siquiera duran lo mismo, la de euskera dura tres minutos más simplemente porque el idioma marca frases más largas. Lo hemos planteado como si fuera una sola película, preparábamos un plano, lo hacíamos en un idioma, no siempre empezábamos con el mismo, y cuando se daba por buena la toma, repetíamos en el otro idioma. Era un problemas para las actrices, pero relativo, porque lo tenían muy rodado. Pero sí que cambia la luz, porque igual rodábamos en un idioma por la mañana y en otro por la tarde. Y la cámara tiene mucho movimiento durante toda la película, pero no siempre se podía repetir el movimiento de la misma manera exactamente. Y algunos detalles hacían que al montar las dos películas hubiera que tomar decisiones diferentes en cada una de ellas.

- Decía que tiene un punto claustrofóbico, pero se ve mucha luminosidad.

- Es una historia que en la versión teatral sucede de noche, pero pensé que para el lenguaje cinematográfico me venía mejor jugar con el contraste entre el interior y el exterior, y además la casa es toda acristalada. Me gustaba que todo sucediera de noche porque la noche nos confunde más, daba más juego en principio para todo ese componente de alcohol, drogas y desmadre que lleva la historia. Pero tiene el mismo sentido en la sobremesa de una comida, cuando vas a pasar dos días en un agroturismo en ese plan.

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«Se hacen muchas películas sobre el amor, pero la amistad es igual de importante, y esta película es una loa a la amistad»

«Es una comedia en la que no te ríes todo el rato, también hace daño, y te emociona, porque debajo hay muchas soledades»

- Es una reunión de mujeres exclusivamente, ¿una réplica a los hombres de 'Maridos' o 'Resacón en Las Vegas'?

- Un poco sí. Kepa Errasti quería desde el principio que fueran mujeres, porque conoce muy bien el universo femenino y le resulta muy atractivo, y me pareció muy bien. Pero le apreté un poco para reflejar que no por ser mujeres tengan que beber menos, o no se pasen tanto como los hombres. Hay mujeres de todo tipo, como hombres, pero parece que está más asumido que los hombres sean los que se pasen. Es una despedida de soltera, llevan de todo para sobrepasarse, pero descubren que tienen algunas mentiras entre ellas, y de alguna manera provocan que se digan todo lo que se tienen que decir. Todas tienen mentiras, carencias, soledades, o preocupaciones por hacerse mayores. Es sobre todo una loa a la amistad. Se hacen muchas películas sobre el amor, pero creo que la amistad es igual de importante. Es una comedia en la que no te ríes todo el rato, también hace daño, y te emocionas, debajo hay muchas soledades.

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- 'Erlantza' y 'Enjambre', a elegir, se estrenan el próximo viernes, ¿en qué ámbito?

- Se estrenan las dos versiones en Euskadi, pero también se verá en toda España, y me hace ilusión porque creo que es bonito enseñar fuera otras caras, otras actrices, que aquí son muy conocidas. Son maravillosas actrices y han hecho muy buen trabajo.

- Ayer cerraron los cines en Cataluña y hoy lo hacen en Francia. ¿Es este un buen momento para estrenar?

- Creemos que sí, hemos estado todo el verano haciendo la película, nada más terminar el rodaje me puse a montar, no hemos parado. Desde el principio la distribuidora Barton Films nos dijo, y nos pareció bien, que este podía ser buen momento para estrenar, porque muchas películas se están echando atrás, retrasando estrenos, pero hay que seguir adelante. Y como no tenemos ni idea de si en enero van a estar mejor las cosas... Pero está claro que si no se estrenan películas, se cierran los cines. Vamos a intentar hacerlo ahora, y si no se puede, pues ya veremos más adelante. Porque en las salas hay gente, el público está queriendo apoyar, a pesar de todo. El otro día hicimos una función de 'Deje su mensaje después de la señal' en el teatro de Santiago Compostela con aforo completo... de treinta personas. Más seguridad, imposible. Hay que seguir haciendo cosas, como se pueda. La cultura tiene que seguir adelante.

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