Crítica de 'F1: La película': Emocionante trepidación

Ya saben, la propuesta es vivir intensamente el mundo de la fórmula 1 durante dos horas y media pasadas. Ya, que ustedes bostezan con las retransmisiones televisivas. Nosotros también. Ya, que les parece que tras 'Grand Prix' (1966) de Frankenheimer, 'Las 24 horas de Le Mans' (1971) con Steve McQueen, 'Días de trueno' (1990), producida, como 'F1: La película', por Jerry Bruckheimer, 'Rush' (2013) de Ron Howard o 'Le Mans '66' (2019) con Matt Damon y Christian Bale, al cine le queda poco que contar sobre carreras de bólidos. Pues agárrense, que vienen curvas y hasta el último segundo no sabremos si cambiaremos los neumáticos duros por los blandos.

'F1: La película' ha contado con la implicación del mundo de la fórmula 1 (Lewis Hamilton y Stefano Domenicali son coproductores y saludan Fernando Alonso y otros pilotos), se han desarrollado cámaras con peso mínimo para poder grabar desde los coches y se han acumulado 5.000 horas de grabación en los grandes premios. Con todo ello, más un montaje burbujeante (y la música de Hans Zimmer...), 'F1' funciona a la perfección para transmitirnos la emoción y contarnos 'en directo' la historia de cada carrera. En eso es imbatible.

El resto del tiempo, basta con un guion general que recuerda al de 'Top Gun: Maverick' (con su mismo director, Kosinski, y guionista, Kruger), el carisma de Brad Pitt y Javier Bardem, la juventud de Damson Idris y unos personajes femeninos con enjundia para estar a gusto... hasta que llega la siguiente parrilla de salida.