Crítica musical | Kamerata EusKdivarius

Y lo cierto es que hubo pequeños guiños a la novedad, como el hecho de presentarse vestidos en vaqueros y deportivas en el escenario o hacer una breve y pretendidamente humorística presentación de Beethoven y de su 'Novena'. Sin embargo, lo más destacable del encuentro fue la música. La orquesta, formada por medio centenar de músicos, estaba integrada por muchas caras conocidas, como miembros de la Euskadiko Orkestra, artistas formados en Musikene e incluso algún que otro profesor del centro. Su sonido fue profesional, se recibió compacta, articulada y con matices adecuados y solo estuvo limitada por la acústica del teatro, muy seca y por tanto, poco propicia a conseguir tuttis redondos y potentes.

La batuta de Mendoza, ágil e incluso histrónica en algunos momentos, fue precisa y brindó una versión muy correcta, casi académica, sin sorpresas, muy cuidada en el complicado cuarto movimiento y algo menos acertada en el tercero. El coro, que sorprendió desde su colocación en el patio de butacas, defendió bien sus populares intervenciones. El magnífico trabajo de los cuatro solistas en su nada sencillo papel completó una interpretación conjunta de buen nivel en un concierto más que recomendable.