El asalto al Louvre y los otros atracos a museos más importantes de este siglo

París forma ya con Dresde y Oslo las tres ciudades en las que se han producido los hurtos de piezas de arte más veloces y de mayor calado desde el año 2000

Martes, 21 de octubre 2025, 00:01

El asalto al Museo del Louvre se ha convertido en el robo más audaz de la historia reciente del arte francés. Cuatro individuos encapuchados entraron en la Galería Apolo en plena luz del día. Utilizaron una grúa y una escalera mecánica, accediendo a la sala por la ventana lateral. Solo necesitaron siete minutos para romper las vitrinas y llevarse nueve joyas. Entre ellas, collares, pendientes y broches pertenecientes a las reinas María Amelia, esposa de Luis Felipe I y Hortensia, casada con Luis Bonaparte. Pero la joya más importante fue, sin dudas, la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón II. Sin embargo, los ladrones la perdieron en el camino y fue hallada por la policía.

Asaltos como este demuestran que los robos pueden llegar a convertirse en auténticas obras de arte, donde la precisión, la planificación y la pericia técnica valen tanto como el botín mismo. Son operaciones ejecutadas con una minuciosidad que roza lo cinematográfico. En los próximos párrafos se desvelará el modus operandi de otros grandes robos del siglo.

Asalto en el Museo del Louvre

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Asalto en la Bóveda Verde de Dresde

En noviembre de 2019, la Bóveda Verde del Palacio Real de Dresde, en Alemania, fue escenario de uno de los mayores robos de joyas en Europa. Los ladrones —miembros del clan Remmo, una red criminal con base en Berlín—, cortaron las barras de una ventana, inutilizaron el sistema eléctrico y rompieron las vitrinas del museo con hachas. En menos de cinco minutos se llevaron tres juegos de diamantes y otras joyas de un valor estimado en más de 120 millones de dólares. Aunque parte del tesoro fue recuperado, varias piezas continúan desaparecidas.

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Asalto en el Museo Munch

El Museo Munch de Oslo también sufrió un golpe en 2004 cuando, en un minuto, dos hombres armados irrumpieron para robar dos de las obras más célebres del pintor noruego: El Grito y La Madonna. Los asaltantes actuaron durante el horario de apertura, amenazando al personal y al público antes de arrancar los cuadros de la pared y escapar en un coche. Tras dos años de investigación y varios arrestos, ambas obras fueron recuperadas en 2006, aunque con daños significativos debido a las condiciones en que fueron escondidas.

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El reciente robo en el Louvre se suma a una larga lista de asaltos históricos en museos famosos. Entre los ejemplos más destacados están el robo en 1911 de la Mona Lisa, encargada por Vincenzo Peruggia y el gran atraco de 1990 en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston, donde desaparecieron 13 obras maestras de artistas como Vermeer y Rembrandt. Se trata de operaciones minuciosas que revelan la audacia de ladrones ambiciosos y sofisticados.

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