La Itzulia y la Clásica de San Sebastián, al borde de la suspensión definitiva

Riaño es claro: «Es imposible hacer las dos y me inclino por que habrá que suspenderlas, pero aún no lo podemos saber. Es hacer cábalas. No tenemos ni idea de cómo quedará agosto. Veremos cómo es la propuesta de calendario que se hace a mediados de mayo».

La problemática tiene varias caras. Con el Tour de Francia saliendo el 29 de agosto, desde el inicio de las carreras el día 1 de ese mes quedan tres fines de semana libres (uno lo ocupan los campeonatos de cada país). Hay cuatro monumentos por colocar (San Remo, Flandes, Roubaix y Lieja), que tienen prioridad. Las carreras World Tour no quieren solaparse, por los derechos de televisión, y a la Clásica de San Sebastián tampoco le convence un día entre semana, porque este año sería aceptable como excepción pero «crearía un precedente ante la UCI» y podría perjudicar en años venideros. Tampoco se plantean irse más allá de agosto al ver «inviable» coincidir con las grandes vueltas. Y, además, está la problemática económica. Con esta crisis, los patrocinadores privados se dan «por perdidos» y los institucionales está por ver qué disponibilidad de recursos tendrían. Por todo ello, el panorama no pinta bien para las dos carreras.

«Manejamos diferentes opciones con la UCI, hemos tenido varias videoconferencias, pero al final no ha servido para nada. Llegamos a plantear la opción de hacer la misma semana Itzulia y Clásica, pero eso ya es imposible», explica Riaño.