«Fue una irresponsabilidad de todos»

«La juventud no ha respetado nada, tampoco nadie les ha parado los pies y ahora vienen las consecuencias». Antonio Paco, hostelero en Txirrita Taberna, denuncia que el centro de Hernani, durante este fin de semana con los 'no Sanjuanes', «ha sido un desastre. Masificación total». El hernaniarra asegura que en las aglomeraciones que se produjeron «la distancia de seguridad y las mascarillas no existían, solo había que darse una vueltecita por el pueblo para verlo». Paco señala que en las calles Mayor y Andrekale «se junta todo el bacalao».

Como hostelero, lamenta que «en un bar te entran 40 tíos y ¿cómo los controlas? Para eso están los municipales». De esta manera, achaca parte de la responsabilidad a «un fallo policial y del Ayuntamiento» por permitir la celebración. No obstante, está al tanto de «ciertas irresponsabilidades» cometidas en algunos bares del centro: «Sé de un par que montaron fiesta dentro y llevaron a djs, como si fuese una discoteca». Su bar, en cambio, se mantuvo lejos de la fiesta.

Paco está convencido de que esto «va a ocurrir en otros pueblos a lo largo del verano» y la solución pasa, bajo su punto de vista, por «vacunar a ciudadanos de 12 a 30 años por la vía rápida. Si no, lo tenemos crudo».

Joaquín González y Bautista Ginés conversaban ayer en un banco de Hernani sobre lo ocurrido este fin de semana en su pueblo. Creen que la irresponsabilidad «más que de los jóvenes, es nuestra. Nosotros tenemos la culpa porque les soltamos la gallina y les dejamos marchar». González, que tiene 72 años, señala que «yo he sido joven también. Lo que pasa es que no había todas estas cosas». Se refiere a la fiesta y a la pandemia. Recuerda que cuando él disfrutaba de sus años de juventud, «nada más salir de la escuela iba a cuidar de las vacas y a trabajar. Ahora han cambiado las cosas».

Ambos hernaniarras están vacunados y, a pesar de denunciar este tipo de situaciones, no temen que se traduzca en un aumento de los contagios. «¿Miedo? Yo no tengo miedo ya de nada. Lo que tenemos que hacer en esta vida ya está hecho», dice González. Por su parte, su amigo Ginés considera que «deberían haber mantenido las mascarillas en verano ahora que llegan las fiestas de los pueblos. Ahí sí que se han precipitado un poco» las autoridades.

«No me parece bien que se produzcan este tipo de masificaciones, pero es normal. Están todos saturados y tienen ganas de fiesta». Mirari Miner se pone en la piel de los más jóvenes para intentar entenderles. No obstante, piensa que «se debería haber controlado un poco más, pero por parte de todos, que no solo fue la juventud la que anduvo de fiesta. Los bares y la Ertzaintza también deberían haber controlado más la situación. Si hubieran cortado desde un principio, no hubiera sido lo que fue». Con la llegada de los meses de verano, la hernaniarra no duda ni un segundo en que «se repetirá en las siguientes fiestas, aquí y en cualquier pueblo».

A estas alturas «cada uno sabe lo que tiene que hacer, no se puede echar siempre la culpa a los demás y si hacemos lo que hay que hacer no pasarían estas cosas». En Hernani ha ocurrido y los contagios ya repuntan. «Caemos como fichas de dominó y esta vez está siendo muy contagiosa la nueva cepa Delta. Ni Mallorca ni leches, lo tenemos aquí», en Gipuzkoa.

«Entiendo que los chavales al final quieren salir de fiesta y socializar», pero Begoña López aclara que «no me parece bien el desfase». La hernaniarra, que tiene dos hijos adolescentes, entiende que «quieran salir. Todos hemos tenido 17 años». López ahora vive junto con su familia en Oiartzun y sus hijos «no vinieron de fiesta a Hernani pero porque estaban en Oiartzun, de estar aquí les hubiera dicho que salieran, pero con cabeza».

Le acompaña su hija, Gemma Lázaro. La joven tiene 16 años y admite que «no vine a Hernani y tampoco fui a San Marciales en Irun. Aunque no soy de salir mogollón, a las fiestas de Oiartzun sí que saldré». Lázaro advierte que «si sales sabes que te vas a encontrar con gente. Nosotros, si vemos masificación, nos retiramos un poco». Así, su ama ataja que hay que «vacunar lo antes posible a toda la chavalería desde los 15 hasta los 25 para apaciguar esto desde la vacunación y no tanto desde la prohibición».