Zanpantzar espera en el taller de Xabier Garate a su estreno, mañana, por las calles de Irun. LUSA

Irun

Zanpantzar se ha quedado de piedra

Carnavales. Estupefacto ante las noticias que llegan del mundo, el gigante, que desfilará mañana, ha optado por un disfraz de moai de la Isla de Pascua que reivindica la paz

Martes, 6 de febrero 2024, 20:54

La actualidad internacional no está, precisamente, como para hacer muchas fiestas. Todo lo contrario. Las guerras y sus consecuentes tragedias humanitarias dejan a uno con ganas de llorar, o de piedra por la incomprensión ante el horror y el dolor que el ser humano es capaz de causar. Eso le ha pasado a Zanpantzar, a quien, como a tantos, se le hace difícil digerir el goteo incesante de malas noticias, y se ha quedado de piedra. Literalmente.

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«Parecía que estaba curado de espanto, que nada le sorprendía, pero los acontecimientos le han dejado, como se dice en euskera, harrituta», cuenta Xabier Garate. El artesano que año tras año da forma y disfraza a Zanpantzar explica que «ante las noticias que llegan, el pobre se ha quedado de piedra. En el imaginario popular, una cara de piedra es un moai de la Isla de Pascua, y ha elegido ese disfraz».

  • El programa

  • 19 00. Zanpantzar y su comitiva, conformada por Bidasoako Erraldoiak, gaiteros, alumnos del Conservatorio, Auntxa Trikitixa Taldea y Txingudi Dulzaineroak, saldrán desde la plaza Alberto Anguera. El recorrido continuará por las calles Oiartzun, Hondarribia, Zubiaurre y Estación y por el paseo de Colón, hasta la plaza del Ensanche.

  • 19 30. Zanpantzar y Bidasoako Erraldoiak bailarán el Vals de los Gigantes en la plaza del Ensanche.

  • Cortes de tráfico

  • De 18 50 a 19.30. Se producirán cortes de tráfico durante el desfile, que afectarán a la calle Hondarribia, la avenida de Gipuzkoa y el paseo de Colón.

Para que quede claro qué le ha llevado a ese estado y lo que propone al respecto, el atuendo de Zanpanzar incluye también «el símbolo de la paz, la paloma de Picasso, con unos hilitos de sangre. No es esperanzador», reconoce Garate, «pero es que el panoramaba está triste. Hay un conflicto enorme, y sin que se haya solucionado empieza otro...».

Una visión medioambiental

El disfraz de este año tiene otro sentido, que hace referencia a «la visión medioambiental» que siempre ha tenido Zanpantzar: aprovechando ese atuendo de moai, Garate ha querido «enlazar con la leyenda de la Isla de Pascua», según la cual la deforestación de este territorio «acabó con la civilización». Así, la caracterización de Zanpantzar es, «de alguna forma, un aviso sutil». Y, también, la perfecta excusa para que txikis y grandes puedan aprender más sobre esas imponentes estatuas monolíticas y la historia que las rodea: «quizá haya gente que no haya oído hablar de ellas, o que sólo les suene, y empiecen a buscar información». A buen seguro, les ocurrirá a muchos de los txikis que vayan a ver a Zanpantzar, así que aitas y amas harán bien en ir con la lección aprendida para poder satisfacer su curiosidad.

La cita será, como cada Jueves Gordo, mañana a las 19.00 desde la plaza Alberto Anguera de San Miguel. Desde allí, Zanpantzar desfilará acompañado por sus colegas de Bidasoako Erraldoiak. Xabier Garate agradece el trabajo de la comparsa recordando que «yo hago figuras estáticas. Son ellos los que le dan vida, le ponen alma. Cuando empieza a bailar, es totalmente diferente al personaje estático que veo yo en el taller. Yo soy el compositor, y ellos los intérpretes de la música».

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Tampoco faltará, por cierto, este último ingrediente en el desfile: participarán, como cada año, gaiteros, alumnos del Conservatorio Municipal, Auntxa Trikitixa Taldea y Txingudi Dultzaineroak, poniendo la banda sonora festiva al evento. El recorrido les llevará hasta a la plaza del Ensanche, donde, aproximadamente a las 19.30, Zanpantzar y sus compañeros bailarán el Vals de los Gigantes.

Xabier Garate, que lleva más de tres décadas creando al que es un emblema del Carnaval irundarra, asegura que esta es una tarea «que hago con mucho gusto. Lo único, hay que estar pendiente del calendario» para apurar los tiempos en función de cuándo caen los carnavales. «Lo tenemos en cuenta con antelación, desde el año anterior». Otra cosa es decidir el disfraz que va a lucir Zanpantzar: «si él colabora, la cosa va bien. El problema es cuando se pone cabezón y hay que convencerle...», bromea Garate.

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El artesano, y por extensión también Zanpantzar, animan a los irundarras a olvidar las penas durante unos días y disfrutar el Carnaval: aunque las cosas estén complicadas, como el propio gigante denuncia con su disfraz, «lo negativo no va a desaparecer. Intentemos mirarlo con cierto ánimo, con una sonrisa».

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