¿Qué hacen ahora quienes animan las fiestas?

Al igual que las fiestas de San Pedro y San Marcial, han sido otras las celebraciones de Irun que se han tenido que suspender por la pandemia de la Covid-19, entre ellas los carnavales. Son muchos los profesionales que viven, año tras año, de las fiestas que suceden tanto en la comarca del Bidasoa como en otros puntos de la península. Incluso actúan en otros países, pero, ahora, su actividad ha decaído de golpe.

Kemen Dantza Taldea, desde el estallido de la pandemia, no ha tenido ninguna actuación presencial. Su actividad durante estos meses se ha basado en la grabación de pequeños vídeos, publicados en sus redes sociales, «para que la gente notase que seguimos aquí», comenta Ander Amantegi, miembro del grupo.

En septiembre, cuando comenzaron el curso, empezaron a preparar y a organizar el año. «Justo entramos en zona roja y nos limitaron el aforo y las actividades, por lo que no pudimos empezar el curso como de costumbre». Esta falta de actuaciones ha hecho que el ambiente del grupo no sea el habitual. «Si tienes el objetivo de celebrar algún acto, siempre vas a estar al 100%. Tienes esa ilusión de prepararlo, pero ahora, sin objetivo, se nota en el ánimo. Ensayamos pero nos falta esa chispa», lamenta Amantegi.

A pesar de no tener ninguna actuación cerrada, siguen ensayando. «No sabemos si se va a poder hacer o no, nadie te asegura que se pueda hacer algo, pero nosotros seguimos ensayando y si se da el caso de que salga algún acto, estaremos preparados. Al final, ensayamos por juntarnos y mantener la relación».

Por su parte, Burrunba Elektrotxaranga es otro de los grupos de Irun cuya actividad se ha reducido a grabaciones para sus redes sociales. Mikel Ramírez, miembro de la agrupación, explica que «cuando empezó el confinamiento se fueron cayendo todas las actuaciones que teníamos cerradas para verano».

El hecho de no poder tocar en la calle ha hecho que Burrunba Elektrotxaranga haya pensado en un cambio de formato. «Decidimos que sí podíamos reconvertirnos temporalmente y empezamos a preparar un cambio para poder tocar sobre los escenarios». A finales del año 2020, actuaron en el Centro Cultural Amaia, en la gala de Kultura KM0. «Fue una experiencia muy buena, sobre todo por la gente que nos fue a ver, porque hay ganas de música, de verbena, de canciones que te hacen mover el cuerpo junto con un pote...», añora Mikel Ramírez.

«Nuestro 'show' habitual es en fiestas, rodeado de gente. Hasta que no se suavicen las medidas de seguridad, no vamos a poder hacer nada y, mientras tanto, con las pocas actuaciones que nos han salido, a ganar lo suficiente para pagar el alquiler del local». Es en ese espacio donde ensayan, pero, sobre todo, donde están aprovechando para grabar por separado: «Un día van tres trombones, luego el saxofón... y así hasta pasar todos los miembros», explica Ramírez.

El propio miembro de Burrunba Elektrotxaranga adelanta que ya tienen algún concierto cerrado. «Tenemos próximamente un par de actuaciones sobre el escenario; también tenemos alguna boda cerrada, pero con poca gente».

Además de Kemen Dantza Taldea, Burrunba Elektrotxaranga y otros muchos grupos y solistas de la ciudad, el mago Berto también ha sufrido los efectos de la pandemia. «En 2019, aproximadamente hice unas 30-40 actuaciones y en 2020 hice tres presenciales y cuatro online. Soy semiprofesional, no me dedico a esto a tiempo completo, y vives constantemente con la incertidumbre, ya que no sabes si lo que estás preparando al final vas a poder hacerlo».

Sus 'shows' se centran en las fiestas privadas, principalmente. Actúa en comuniones, cumpleaños y bodas, además de en fiestas de barrios y centros de mayores, como hiciese en las últimas navidades. «Todo se ha limitado, porque mis actuaciones son de 20-50 personas y eso ahora es imposible. He estado trabajando de manera online, pero no tiene nada que ver, porque tienes que cambiar el formato de los espectáculos».

En septiembre tuvo dos comuniones, pero con el inconveniente de que eran «mesas de seis personas, con niños separados, no les puedes hacer partícipes tocando objetos... hay que tirar de mucha mímica». Para este mes de mayo, el mago Berto tenía actuaciones cerradas, «pero se han ido cancelando. Estoy ahora a verlas venir. No tengo nada asegurado».

Los que hacen disfrutar a la ciudadanía en fiestas no tienen forma de volver a vibrar junto a su gente. Pero queda la esperanza de que esos momentos están cada vez más cerca.