Los residentes en Bista Eder, Elgeta Kale y Miguel de Aguinaga han mostrado su malestar por los ruidos de los establecimientos hosteleros. ECHALUCE

Eibar

Vecinos del centro denuncian «pasividad municipal» ante los ruidos nocturnos

Los residentes de Bista Eder, Elgeta Kale y Miguel de Aguinaga han hecho público un comunicado en el que expresan su creciente preocupación

Lunes, 29 de septiembre 2025, 20:50

El malestar vecinal por el ruido y las molestias derivadas de la actividad hostelera vuelve a estallar en Eibar. Los residentes de Bista Eder, ... Elgeta Kale y Miguel de Aguinaga han hecho público un comunicado en el que expresan su «profunda preocupación» por lo que califican de «inacción municipal» frente a una problemática que aseguran arrastran desde hace años y que consideran una vulneración de derechos básicos como el descanso y la salud. En el escrito, los vecinos subrayan que en su zona es «reiterado el incumplimiento de las ordenanzas municipales» relativas al volumen de la música y a los horarios de cierre de locales». La consecuencia es un nivel constante de ruidos que «impide dormir, deteriora la convivencia y afecta directamente a nuestra salud», apuntan.

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Molestias acústicas

A las molestias acústicas se suma lo que denominan un problema de insalubridad. Según relatan, tras los fines de semana los portales y calles aparecen con restos de basura, vasos, botellas y orines, una situación que agrava el malestar y que, denuncian, no encuentra respuesta adecuada en los servicios de limpieza ni en la vigilancia policial.

Uno de los aspectos que más indignación genera entre los vecinos es que el Ayuntamiento ha concedido ampliaciones de horarios a algunos establecimientos. «Resulta incomprensible que, lejos de corregir las molestias, se premie con más horas de actividad a locales que son conocidos por generarlas», lamentan. Para los afectados, esta política resulta «contraria a la obligación de la Administración de velar por el interés general y por el cumplimiento de la normativa».

Las quejas se han repetido durante los últimos años en escritos, reuniones y avisos a la Policía Municipal, pero la respuesta, aseguran, ha sido insuficiente. En particular, critican que los agentes reconozcan «no disponer de medios para medir los niveles de ruido», lo que, a juicio de los vecinos, «se traduce en una inactividad absoluta».

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Los residentes advierten de que esta situación podría derivar en responsabilidades legales. «Consideramos que esta dejación de funciones supone un incumplimiento de los deberes que la ley impone a las administraciones públicas en materia de protección de la salud, del medio ambiente urbano y del derecho fundamental al descanso», señalan en su comunicado.

Precedentes judiciales

Para respaldar su posición, citan precedentes judiciales en municipios del entorno. Uno de ellos, la sentencia dictada en Getaria, reconoció la responsabilidad del ayuntamiento local al no intervenir frente a problemas de contaminación acústica que afectaban gravemente a los vecinos. «Eibar no puede mirar hacia otro lado. Ya existen resoluciones judiciales que confirman que el derecho al descanso está por encima de la permisividad con los ruidos», recuerdan.

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El colectivo vecinal exige que el Ayuntamiento «asuma sus obligaciones legales y actúe con diligencia inmediata» para garantizar el cumplimiento de las ordenanzas y restablecer la convivencia. Reclaman inspecciones reales, control efectivo de horarios y sanciones a quienes incumplan.

El malestar se extiende más allá del ruido. Los vecinos subrayan que el problema afecta a la imagen del barrio, que ven deteriorada por la suciedad y la falta de medidas. «Queremos un entorno digno, seguro y saludable. Lo que pedimos no es extraordinario: poder descansar y convivir en paz en nuestras casas», señalan.

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El tono del comunicado es claro: si la situación persiste y no hay actuaciones contundentes, los afectados no descartan dar un paso más. «De mantenerse esta actitud pasiva, no podemos sino advertir que dicha conducta podría ser interpretada como un favorecimiento indebido de determinados intereses en detrimento de los derechos vecinales, lo que podría tener incluso relevancia jurídica».

La protesta de Bista Eder, Elgeta Kale y Miguel de Aguinaga se suma así a la de otros barrios de Eibar donde el ruido se ha convertido en un factor de conflicto ciudadano. Con esta iniciativa, los vecinos buscan no solo visibilizar su problema, sino también abrir un debate público sobre el modelo de convivencia y el equilibrio entre ocio y descanso. «Eibar no puede permitirse barrios donde dormir sea un lujo», concluye el comunicado vecinal, misma tesis que mantienen asociaciones ciudadanas y plataformas de afectados por contaminación acústica en Euskadi.

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