Entre 1887 y 1929 la reina María Cristina, madre de Alfonso XIII y bisabuela de Juan Carlos I, pasaba el largo período estival en San ... Sebastián huyendo del calor de Madrid. Residió en el Palacio de Ayete hasta la construcción del de Miramar en 1893, que a partir de ese momento se convirtió en uno de los principales referentes de la nobleza y la aristocracia internacional. En la capital guipuzcoana veraneaba gran parte de esos colectivos y junto a la reina tras el fallecimiento de su esposo el Rey Alfonso XII en 1885 vivían sus hijas María de las Mercedes y María Teresa, mientras que Alfonso, el que posteriormente sería el monarca Alfonso XIII, fue hijo póstumo, ya que al morir Alfonso XII la reina estaba embarazada de tres meses.
Publicidad
Asumió la Corona al cumplir 16 años en 1902 y la vinculación de Alfonso XIII con Eibar fue muy estrecha, en especial por las visitas a Exposiciones relacionadas con la industria armera y por sus excursiones en coche a la villa. Las visitas más destacadas fueron las que realizó en 1908 a las 'Fiestas Euskaras' cuando junto a la Reina Victoria Eugenia fueron recibidos en la calle Arragueta y después visitaron la Alhóndiga. Posteriormente en 1914 visitó la Exposición regional de Artes e Industrias y su última visita oficial a Eibar la hizo en 1927 cuando Alfonso XIII acude a ver la Exposición de Artes e Industrias en la Escuela de Armería.
De todas formas las visitas privadas a Eibar fueron muy numerosas, en muchas ocasiones para visitar la empresa escopetera de su gran amigo Víctor Sarasqueta, que fue nombrado 'armero real' y mantuvo amistad con el rey Alfonso XIII, con quien se tuteaba, y era tal la confianza que tenían que era el único a quien permitía llamarle familiarmente 'Poncho'. Esas visitas informales las realizaba en alguno de sus numerosos coches deportivos y normalmente a la vuelta desde Bilbao a San Sebastián se detenía en el entorno de Eibar, bien sea en la propia fábrica de Víctor Sarasqueta, situada junto a la Estación de tren, en el merendero de Elorreaga a la entrada en la villa desde Ermua, en el Palacio de Markeskua o según recoge la prensa de la época uno de los lugares preferidos de los reyes era el entorno de Areitio, en el que en diversas ocasiones se detenían a comer o merendar.
Por ello se informa en los periódicos de hace casi cien años que el 26 de julio de 1927 la pareja real y su séquito detuvieron sus coches en la Fonda existente en el Alto de Areitio para comer allí, ya que las carreteras de la época eran las que eran y tras su salida desde San Sebastián tenían previsto visitar Bilbao y Santander. El lugar lo conocían, ya que el año anterior en 1926 ya habían estado en Areitio en otra visita para merendar allí. Faltaban más de cien años para que aquellos parajes acogieran una Ciudad Deportiva que a falta de finalizar las obras en unos meses estará a plena disposición. Poco sospechaba Alfonso XIII en 1927 cuando pasó por Eibar y poco después paró a comer en Areitio que su nombre y el de su querido Eibar irían unidos en el fin de su reinado en 1931 con la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931. Todavía no existían ni Ipurua ni Areitio, pero el Rey conocía muy bien el entorno.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión