Eibar
El Eibar toca fondo y ya está en descensoTras la derrota por 4-0 frente al Racing de Santander, los armeros caen a la vigésima plaza antes de medirse al Pontevedra en Copa
El golpe que se temía en Ipurua terminó haciéndose realidad en El Sardinero. El Eibar sufrió el domingo una derrota tan contundente como dolorosa ... por 4-0 ante un Racing de Santander lanzado, que exhibió su condición de equipo más goleador de la categoría para hundir todavía más a un conjunto armero que atraviesa uno de los momentos más críticos de la última década. Con solo 17 puntos en 16 jornadas y tras encajar su séptima derrota del curso, el equipo de Beñat San José se precipita hasta la vigésima posición, ya en puestos de descenso.
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El mazazo llega apenas una semana después de perder por primera vez en toda la temporada en Ipurua frente al colista, un aviso que dejaba al equipo sin margen de error. La visita al colíder no hacía presagiar un partido sencillo, pero lo ocurrido en El Sardinero superó las peores expectativas. Y eso que el Eibar arrancó bien: realizó una media hora inicial de alto nivel y generó ocasiones claras para adelantarse, pero la falta de puntería volvió a penalizar a un equipo que promedia poco más de un gol por encuentro. La ya habitual falta de contundencia en las áreas volvió a marcar el desenlace.
Tras perdonar varias ocasiones claras, el Eibar comenzó a hundirse a raíz de un tanto de Íñigo Vicente en la primera llegada seria del Racing. A partir de ahí, todo se desmoronó. Los armeros, una vez más, volvieron a mostrar una fragilidad alarmante a balón parado: encajaron dos goles en saques de esquina y otro tras una falta, tres concesiones que reflejan con crudeza los problemas que arrastra el equipo en esa faceta. El Racing, con la eficacia que caracteriza a los equipos en racha, castigó cada error con precisión quirúrgica y terminó firmando un 4-0 incontestable.
Beñat San José había intentado convertir este partido en una oportunidad para reconstruirse en la previa. Consideraba el reto como el escenario adecuado para cambiar la dinámica: «Es el mejor momento y el mejor lugar para darle la vuelta a la situación», dijo en la previa. Pero la realidad fue distinta. El equipo, que sí mostró intención y generó oportunidades, volvió a exhibir los defectos que lo han llevado hasta esta situación: desconexiones puntuales, falta de orden defensivo y un estado anímico frágil que se desploma tras cada golpe.
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No todo fueron malas noticias. La presencia de Adu Ares y el regreso de Mada nueve meses después de ser operado de la rodilla dieron un pequeño respiro. Ambos tuvieron minutos en la segunda parte y firmaron el único motivo de esperanza en una tarde para olvidar.
El contexto clasificatorio añade un componente todavía más inquietante: desde su séptima y última temporada en Primera División, el Eibar no se veía sumido en una situación tan delicada. Los 17 puntos actuales lo dejan a solo dos del colista y lo convierten en uno de los equipos más castigados lejos de casa: en ocho visitas ha sumado únicamente dos empates y seis derrotas.
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Este miércoles visitan El Pasarón
La agenda tampoco permite treguas. El equipo ya prepara una semana crucial para evitar que la caída continúe. Este miércoles, los armeros visitan al Pontevedra en El Pasarón para disputar la segunda ronda de la Copa del Rey a las 21.00 horas, un duelo que obliga a gestionar esfuerzos sin descuidar el objetivo principal: volver a ganar en Liga. Ese siguiente compromiso llegará el domingo, a las 18.30 horas en Ipurua ante la Cultural Leonesa en un partido en el que estará prohibido fallar.
El plan de entrenamientos también refleja la intensidad del calendario. Este lunes el equipo trabajó a puerta cerrada en Areitio para analizar lo ocurrido en Santander y comenzar a preparar la cita copera. Hoy volverá a ejercitarse a las 11.00 horas, también a puerta cerrada, antes de viajar este miércoles a Galicia. Tras el duelo de Copa, el jueves habrá una nueva sesión sin acceso al público y el viernes se repetirá el mismo plan para dosificar cargas tras el esfuerzo en El Pasarón. El sábado, el equipo entrenará de nuevo para ultimar los detalles antes de volver a Ipurua el domingo.
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No hay respiro para un Eibar que vive una de las semanas más delicadas de su trayectoria reciente. El bajo estado de forma del equipo ha encendido definitivamente las alarmas y obliga a una reacción inmediata el domingo con la Copa de por medio.
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