Eibar

El Ayuntamiento encarga un diagnósitco sobre las necesidades sociales de Eibar

El proceso, liderado por el área de Servicios Sociales y desarrollado en colaboración con la empresa especializada Gizagune, tiene como objetivo diseñar políticas públicas más eficaces y ajustadas a la realidad del municipio. La iniciativa llega tras un año completo de reflexión interna realizado en 2024 por el propio departamento, en el que se revisaron metodologías, cargas de trabajo y la creciente complejidad de los casos atendidos. «No basta con tener una fotografía estática. Es fundamental entender qué está pasando en nuestra ciudad, cómo viven nuestras vecinas y vecinos, qué les preocupa y qué esperan de los servicios públicos», señala la concejala de Servicios Sociales e Infancia, Sonia Archeli.

Durante la evaluación de 2024, los profesionales del área concluyeron que era imprescindible redefinir los métodos de trabajo, reorganizar el departamento y crear nuevas figuras de atención para adaptarse mejor a los cambios sociales. Este diagnóstico surge, por tanto, no como un trámite, sino como una herramienta clave para transformar y modernizar los Servicios Sociales en Eibar.

El estudio combinará distintas herramientas y espacios de participación para captar una visión completa y plural de la realidad social eibarresa. El enfoque parte de la premisa de que la ciudadanía debe ser parte activa del proceso de diagnóstico, no solo objeto de estudio. La primera fase contempla una serie de entrevistas en profundidad con miembros del gobierno municipal y de la oposición. El propósito es comprender las prioridades políticas, detectar dificultades de gestión y recoger las percepciones de quienes toman decisiones sobre la vida pública local.

La segunda etapa se centrará en espacios de diálogo con entidades del tercer sector, asociaciones vecinales, clubes deportivos, colectivos juveniles y otros actores del tejido asociativo. Se debatirá sobre salud comunitaria, igualdad, juventud, accesibilidad, participación ciudadana y convivencia, con el fin de identificar necesidades y explorar soluciones de manera colaborativa. La tercera y más representativa fase será una encuesta a unas 500 personas, seleccionadas según criterios de edad, género, barrio y situación socioeconómica. Esta parte busca reflejar de forma directa la voz de la ciudadanía, recoger vivencias cotidianas, preocupaciones y propuestas concretas. «Nuestro compromiso es construir una ciudad más cohesionada, más justa y más preparada para afrontar los retos sociales que vienen. Para eso, necesitamos datos, pero también necesitamos voces, historias y realidades», ha declarado el alcalde de Eibar, Jon Iraola.

El proyecto destaca por su enfoque participativo, lejos de ser una encuesta impersonal o una recopilación de datos fría. El objetivo es generar una radiografía social viva y dinámica, que refleje las transformaciones del presente y sirva de guía para el futuro.

Eibar, como muchas otras localidades vascas, enfrenta cambios demográficos, nuevas formas de exclusión social, desafíos en materia de cuidados, vivienda o salud mental. Frente a ello, el Ayuntamiento ha optado por un camino poco habitual: detenerse a escuchar, diagnosticar antes de actuar y construir políticas basadas en evidencia y no en suposiciones. «Queremos que los y las eibarresas se involucren, que compartan sus vivencias y preocupaciones. Son ellos quienes mejor conocen su día a día», ha afirmado Iraola, quien dijo que «el éxito de este diagnóstico dependerá de su implicación».