Eibar
Aprobado un manual de valoración de los puestos de trabajo de funcionarios municipales«Se trata de una herramienta viva para ordenar, reconocer y hacer equitativas las retribuciones de los trabajadores»
El Ayuntamiento ha dado un paso considerado «histórico» en la ordenación interna de su personal con la aprobación inicial del manual de valoración de puestos ... de trabajo, una herramienta que fija de forma objetiva el valor de cada puesto dentro de la organización municipal y sienta las bases para una estructura salarial «más justa, coherente y transparente».
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El documento, resultado de meses de trabajo técnico y negociación sindical, inicia ahora su tramitación definitiva de cara a su aplicación a partir del 1 de enero del próximo año.
El Gobierno municipal defendió que el manual no es solo una fotografía salarial, sino una herramienta viva para «ordenar, reconocer y hacer equitativas las retribuciones», garantizar transparencia y afrontar retos próximos: regulación del teletrabajo, evaluación del desempeño, trabajo transversal por proyectos y relevo generacional.
El alcalde Jon Iraola abrió la sesión con un mensaje doble: satisfacción y agradecimiento. Satisfacción porque «el proyecto de la evaluación de los puestos de trabajo, por fin se está abocando a su final», después de varios intentos fallidos en el pasado. Y agradecimiento por el «enorme esfuerzo» dedicado al proceso. Iraola subrayó que se trata de un trabajo que viene de lejos, «segunda o tercera intentona», y que solo ha salido adelante «porque esta vez se ha hecho serio, con rigor y con método».
El regidor citó expresamente al equipo técnico municipal que ha pilotado la fase clave del proyecto: el secretario, Daniel Salazar; el interventor, Miguel Ángel Olveira; la técnica de organización, Idoia Gorricho; y la técnica de personal, Patricia Sánchez. «Si no hubiese sido por su trabajo, por la elaboración del manual y por todas las horas que han metido, esto no podría haber salido adelante» afirmó. Iraola agradeció también «la disposición y el talante» de los sindicatos, así como «la paciencia y la responsabilidad» de la plantilla, que sometió a votación en octubre el preacuerdo alcanzado entre el comité y el Ayuntamiento y le dio un apoyo mayoritario.
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El manual de valoración se trata de un documento formal que fija las reglas, los criterios, las definiciones y la metodología con la que se analiza cada puesto de trabajo. Su función es asegurar que la valoración se hace de forma «constante y objetiva», evitando arbitrariedades. Es importante aclararlo: la valoración no evalúa a las personas», advirtieron desde el área de Personal, «sino las características del puesto en sí mismo: responsabilidades, funciones, complejidad, exigencia técnica, impacto en el servicio público».
El procedimiento es el siguiente: a cada puesto se le asigna una puntuación en función de esos criterios objetivos. Esa puntuación se traduce en un encuadre retributivo multiplicándola por un valor de referencia, que en este caso se ha fijado en 126 euros por punto. Este valor económico fue sometido a consulta interna entre el personal municipal. En la votación se registraron 173 votos, 155 a favor, 8 en contra, 9 en blanco y 1 nulo.
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Subida salarial
Con la aprobación inicial del manual se abre ahora un periodo formal. Habrá 30 días naturales de exposición pública. Cada trabajador recibirá su ficha individual, con la descripción del puesto, las funciones reconocidas y la puntuación asignada. A partir de ese momento dispondrán de 10 días hábiles para presentar alegaciones, solicitar correcciones o plantear discrepancias, si consideran que la descripción no refleja su realidad laboral. Uno de los debates más sensibles ha sido el impacto salarial. Durante el proceso, se trasladó a la plantilla que, una vez aplicada la nueva valoración a la plantilla, «alrededor del 90% de los puestos verán una subida salarial» y que, en torno a 13 puestos, en principio, podrían situarse en niveles inferiores.
No obstante, se precisó que esa eventual bajada «no afectará al salario real de esas personas», tanto por la garantía legal que impide recortes retributivos directos en la administración pública mediante una valoración de puestos, como por los compromisos de estabilidad interna adquiridos en la negociación.
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La ausencia de retroactividad generó críticas desde la oposición, que recordó que inicialmente se había trasladado la posibilidad de reconocer efectos económicos desde el inicio del proceso. «O bien se prometieron cosas que se sabía que no se podían cumplir, o bien el alcalde no conocía ese límite legal», Otro de los elementos señalados en el debate fue el desgaste acumulado. Distintos portavoces coincidieron en que la plantilla municipal llega «cansada», después de años esperando una actualización que nunca terminaba. Pese a ese cansancio, desde los grupos se subrayó el valor del trabajo hecho «desde dentro», aspecto que más incidieron desde la oposición EH Bildu y Elkarrekin Podemos.
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