El puente colapsado que une Mutriku y Deba se reconstruirá piedra a piedra

En una primera fase de la obra, que asciende a 1,2 millones de euros, se instalará una estructura metálica para permitir el paso de los peatones

Jueves, 23 de agosto 2018, 12:40

Sin previo aviso, el 5 de julio el puente que une Deba con Mutriku colapsó repentinamente. No se hundió y desde entonces se mantiene sujeto por comprensión, por la fuerza que las dos bóvedas hacen sobre el pilar central, pero el riesgo de desplome es muy alto porque en estos momentos ese pilar afectado sostiene un 20% más de sobrecarga. Por esta razón, la infraestructura, que data de 1866 y que forma parte del patrimonio protegido del territorio, está cerrada al paso de personas y también a las embarcaciones. Desde hace cinco años está prohibido el tráfico rodado.

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La Diputación de Gipuzkoa va a iniciar en breve, en una o dos semanas, las obras de sujeción, que tendrán un presupuesto de aproximadamente 1,2 millones de euros y se acometerán por el procedimiento de urgencia.

Los datos

  • 9 meses es el tiempo que durarán las obras de la segunda fase, cuando se retirarán los sillares uno a uno y se numerarán para colocarlos en la misma pocisión.

  • El proceso

  • Primera fase Instalación de la estructura metálica para el paso y para reforzar el puente.

  • Segunda fase Se reforzará la cimentación y se desmontarán y montarán las piedras de las bóvedas.

Se trata de la primera fase para la recuperación de un puente que sirve para que una parte de los vecinos mutrikuarras pasen a Deba donde transcurre gran parte de su actividad diaria, además de ser una vía fundamental dentro del Camino de Santiago.

Xilófagos en los pivotes

Las medidas se van a poner en marcha después de que la Diputación de Gipuzkoa recibiera el 'Informe de diagnóstico y propuesta de intervención de emergencia del puente sobre la ría del Deba', redactado por las empresas Injelan y Fhecor que determina que la razón del colapso se encuentra en que los xilófagos han invadido los pivotes de madera, de aproximadamente 30 centímetros de diámetro, que se encuentran hincados en un lecho de piedras, sobre los que se sostiene el pilar central y se sospecha que también puede estar afectado el más cercano a Deba y haber perdido su capacidad resistente. El que linda con Mutriku fue recalzado en 2002 y en la inspección subacuática se comprobó que no presenta desperfecto de consideración.

Durante unas diez semanas se construirá una estructura metálica que se apoyará en esa pila mejorada hace dieciséis años y el estribo del lado debatarra que se cimentará. Sobre la estructura se dispondrá una serie de tirantes que evitará que el puente se desplome. Al mismo tiempo, se desviarán por esta plataforma las conducciones de gas, agua y saneamiento que no se han visto afectado.

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Denis Itxaso, diputado foral de Cultura cuyo departamento se ha hecho cargo del expediente porque se trata de un bien patrimonial de relevancia, aunque es propiedad de los dos municipios que une, ha comentado este jueves, durante la explicación de la rehabilitación de la infraestructura, que «una primera opción que se contempló fue elevar la zona que se ha hundido», pero finalmente se descartó «para que la presión actual no desaparezca y el puente se desplome definitivamente sobre la ría», obstaculizando el cauce.

Actualmente está prohibido el tránsito por el puente porque hay riesgo de que se hunda del todo

Una vez consolidada la infraestructura dañada se procederá a la segunda fase cuyo aspecto más llamativo es que se retirarán los sillares uno a uno y numerándolos para colocarlos posteriormente en su ubicación original. Se volverán a desviar los servicios, se reforzará la cimentación de las columnas, se reconstruirán las bóvedas y tímpanos de dos de los vanos, se ensillarán las bóvedas y finalmente se desmontará la estructura auxiliar para que el puente recupere su fisonomía original.

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Para esta segunda fase no hay unos plazos establecidos ni un presupuesto porque la adjudicación se realizará a través de un procedimiento ordinario, no extraordinario como para la primera fase. Se estima que aproximadamente en unos nueve meses desde el inicio de esa fase las obras podrían estar concluidas.

En la rueda de prensa también han estado presentes los alcaldes de los municipios afectados -Pedro Bengoetxea, de Deba, y José Ángel Lizardi, de Mutriku-. Ambos han hecho hincapié en que no se utilice el puente «porque hay gente que lo está haciendo a pesar de estar cerrado porque es peligroso».

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