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Dentistas alaveses controlarán la diabetes a sus pacientes

Se trata de una iniciativa impulsada por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) y a la que se le ha llamado Promosalud. Su portavoz, Miguel Carasol, detalla que los chequeos consistirían en exámenes que no llevarían más de 15 minutos y tampoco tendrán un coste económico reseñable para los especialistas. En caso de detectar pacientes con estas patologías, el dentistas rellenaría un volante para que acuda al médico de familia. El Colegio de Dentistas de Bizkaia dio en una reunión celebrada el martes luz verde a que sus especialistas se sumen al programa. En ese encuentro también estuvieron representantes del colegio alavés, quienes están «valorando la opción de participar. Nos parece un proyecto muy interesante». ¿Cuándo se pondría en marcha en Álava? «Sería pasado el verano», detallan.

A partir de entonces, los especialistas comenzarían a realizar estos chequeos preventivos. «Los odontoestomatólogos realizaríamos un cribado en las consultas a través de un sencillo test y según el resultado recomendaríamos la consulta con el médico, quien es el que finalmente realizará el diagnóstico», apunta la Junta del Colegio Alavés de Dentistas, quienes destacan el importante papel que juegan por un contacto más estrecho con la ciudadanía. «Se trata de llegar así al mayor número posible de población aprovechando la visita anual o bianual a su dentista», afirman. Además, varios estudios sostienen que permitiría mejorar la valoración que los pacientes tienen de su odontólogo. Eso sí, no todos los especialistas llevarían acabo los exámenes. «Se daría la oportunidad de participar a todos los colegiados que quieran», matiza la Junta.

Una vez aprueben su adhesión, los profesionales del sector recibirán un programa específico, claro y sencillo de aplicar. En él se incluyen desde recomendaciones y orientaciones, hasta infografías en las que se detalla a que población se dirige la iniciativa y los pasos a seguir. El primer paso consistiría en rellenar un historial clínico odontológico y médico, registando el consumo de alcohol, tabaquismo o actividad física, entre otros aspectos. Después, se realizaría un test de presión arterial, para valorar posible arritmia. La realización del test Findrisc sería el tercer paso. Este permite detectar pacientes con mayor riesgo de desarrollar diabetes DM2 en los próximos diez años. Y por último, se mediría la glucosa en sangre.

El portavoz de SEPA alertó de que «en España hay 17 millones de personas hipertensas y 5 de diabéticas, de los que la mitad no están diagnosticadas y pueden sufrir complicaciones serias como infartos, ictus o afectar al riñón». Pero hay más. «El 38% de la población adulta padece peridontitis, una infección de las encías que además de producir sangrados y dañar los dientes puede desembocar en problemas circulatorio y diabetes».