Arrasate-Mondragón
EAJ-PNV condiciona su voto al presupuesto a su modelo para financiar IturripeDice que el modelo de EH Bildu costará 9,5 millones de euros en intereses, mientas que el de EAJ-PNV lo reduce a 4 manteniendo proyectos y librando más recursos
Arrasate-Mondragón
Jueves, 4 de diciembre 2025, 19:52
El grupo municipal de EAJ-PNV se ha comprometido a apoyar el martes los presupuestos del Gobierno para 2026 si este se aviene reducir ... el nivel endeudamiento que proyecta para 2026. Los jeltzales se han mostrado muy críticos con los planes del gobierno de solicitar un préstamo de 37 millones para financiar los proyectos del nuevo Iturripe (31,2 millones) y la compra de La Merced (3 millones). Así, el presupuesto municipal de 2026 ascenderá a 81 millones, 33 más que en 2025.
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La propuesta jeltzale pasa por destinar 21 millones de los presupuestos anuales del ayuntamiento y su remanente durante 3 años, a la vez que solicita 16 millones de euros adicionales mediante un préstamo. Este préstamo, según EAJ-PNV, «también se contrataría con un interés del 2%, pero la diferencia radica en los intereses a pagar, que serían solo 4 millones de euros en lugar de los 9,5 millones del modelo de EH Bildu». Esto se traduciría en un «ahorro de 5,5 millones de euros en intereses, que podrían destinarse a invertir en proyectos estratégicos para el municipio, como la urbanización de Udala Goikoa (1,2 millones), los ascensores de Gorostiza (2 millones), la reurbanización del Grupo San Juan (1,79 millones) y a estabilzación de la ladera de Zarugalde, 33 (0,5 millones)».
Los jeltzales afirman que el ayuntamiento dispone anualmente de aproximadamente 3.6 millones de euros para destinar a inversiones. Sin embargo, «si tiene que devolver 2.3 millones en cuotas en caso de pedir los 37,5 millones de euros de préstamo, la capacidad de inversión se reduciría a 1.3 millones anuales durante los próximos 20 años». Y si a estos sumamos el costo del mantenimiento del nuevo Iturripe, que el PNV calcula en más de 600.000 euros anuales, la capacidad inversora del ayuntamiento quedaría reducida a solo 700.000 euros durante los próximos 20 años», advierten.
El Gobierno municipal, por su parte, ha acusado a los jeltzales de difundir un «mensaje de miedo», al tiempo que les pedía «dejar a un lado los intereses partidistas y priorizar el proyecto de pueblo».
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Pero, más allá del debate político, el departamento de Intervención del ayuntamiento, ha terciado para advertir de los riesgos que entrañaría un plan de financiación plurianual como el propugnado por el grupo municipal jeltzale.
Atendiendo estrictamente a criterios técnicos, el interventor del ayuntamiento advertía que la capacidad de ahorro real del consistorio se cifra 3 millones de euros anuales. A esto se añadiría el remanente o sobrante del ejercicio previo. En el caso del ejercicio de 2025, ese remanente, a liquidar en marzo, «se estima que ascenderá a 16 millones». De ellos 9 millones ya están consignados en distintas partidas incluidas en los presupuestos de 2026, y los «7 millones restantes el gobierno municipal los tiene 'comprometidos' para la ejecución de proyectos como el by pass de la red de abastecimiento de agua, los ascensores de Gorostiza, la renovación de Udala Goikoa, o la mejora de la biblioteca de Santa Marina.
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Los recursos propios del ayuntamiento, avisaba el interventor, «no alcanzan para costear proyectos del volumen económico de nuevo Iturripe y la adquisición de La Merced».
El único recurso, explicaba este técnico, pasaría por obtener financiación extra por vía de subvenciones de la Unión Europea, del Gobierno Vasco o de la Diputación Foral, o si no recurrir al endeudamiento.
Según el interventor, lo aconsejable en este último caso sería solicitar en el ejercicio 2026 un préstamo por el importe global de los proyectos previstos, y recomendaba «no recurrir a un plan plurianual que distribuya ese crédito en tres préstamos a razón de uno por año. En primer lugar, «porque si se produjera cualquier desequilibrio presupuestario en las cuentas de 2027 o de 2028 que quebrantara las normas de gasto, estabilidad o endeudamiento, sería obligado presentar un plan económico-financiero, y consecuentemente el acceso a un crédito quedaría automáticamente descartado. Y los proyectos de Iturripe y La Merced podría verse abocados a una falta de liquidez». Y, en segundo lugar, porque podría darse el caso de que la coyuntura económica varíe, como con la crisis de 2009».
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