Padres y directores piden a las familias vascas que no demanden la asignatura de religión

Las organizaciones de padres y directores Ehige, Bihe y Sarean han pedido a las familias vascas que no demanden la asignatura de religión para sus hijos en Bachillerato, ya que impartir esa materia y su alterativa tendrá un coste de 2 millones de euros para las arcas públicas.

El presidente de la Asociación de Directores de Secundaria de la red pública-BIHE Josu Etxaburu, la presidenta de la Confederación de Padres y Madres de la Escuela Pública (EHIGE), Lurdes Imaz, y el coordinador de la Asociación de Directores de Primaria ( Sarean ), José Ignacio Martínez, han criticado esta mañana en Bilbao la decisión del Departamento vasco de Educación de modificar el actual decreto de currículum en Bachillerato, lo que obligará al alumnado que no demande religión a cursar una materia alternativa en base a una sentencia del Tribunal Supremo.

Las tres organizaciones han manifestado su máximo respeto a las creencias religiosas de todas las personas pero han exigido que la religión salga del currículum escolar "porque separa al alumnado en base a sus creencias". En este sentido, han reiterado su desacuerdo con las normas estatales y autonómicas que "imponen la obligatoriedad" de establecer la asignatura de religión como materia curricular en la escuela pública.

Tras recordar que sólo el 2,7% del alumnado de Bachillerato ha solicitado hasta ahora religión en los institutos públicas vascos, han manifestado su total desacuerdo con que se imponga a los alumnos que no deseen cursar religión la obligatoriedad de estudiar una materia alternativa "diseñada desde fuera de la escuela" y "sin contar con los intereses de las familias".

Asimismo han advertido de que los gastos de personal para impartir la materia alternativa a la religión pueden ascender a 2 millones de euros, en un presupuesto de Educación que ha sufrido hasta un 10% de recortes. A su juicio, sería mejor priorizar el gasto en sustituciones, programas de libros de texto, obras o subvenciones en lugar de a la materia alternativa a la religión.

Igualmente, han considerado una medida injusta para el conjunto del profesorado que al persona de religión se le habilite para impartir otras materias diferentes a la religión, cuando éste "no ha superado el mismo proceso de acceso que el resto del personal docente".

En este contexto, las organizaciones se han comprometido a poner en marcha todas aquellas acciones educativas que hagan que la materia alternativa a la religión "sea un espacio para la excelencia, el desarrollo de competencias y una oferta atractiva para todo el alumnado". "Estamos seguros que de este manera conseguiremos que los centros públicos seamos cada vez más laicos", han señalado.