El radar que controlará la velocidad media comenzará a multar a partir de la primera semana de junio

La velocidad de los vehículos en la N-I, entre Ordizia e Irura, se vigilará mediante un radar de tramo. Este sistema controlará que no se exceda el límite permitido (100 km/h para los vehículos ligeros y 90 para los camiones) en los 19 kilómetros que separan ambos puntos. Es decir, no valdrá la estrategia de levantar el pie del acelerador cuando nos acercamos a un radar y pisar el pedal poco después, una vez nos hemos alejado del mismo.

La directora de Tráfico del Gobierno Vasco, Amparo López, ha anunciado que el radar se encuentra operativo desde hoy en fase de pruebas. Comenzará a sancionar a partir de la primera semana de junio.

López indicó que se han evaluado 26 posibles tramos de la red de carreteras de Euskadi en los que instalar el radar de tramo. Se ha escogido el recorrido entre Ordizia e Irura debido a la alta densidad de tráfico y la siniestralidad. El sistema será rotatorio, es decir, en fecha no determinada, una vez logrados los objetivos en el tramo señalado, se podría trasladar a otro lugar de la Comunidad Autónoma Vasca. López dejó abierta la posibilidad de que el radár permanezca fijo entre Ordizia e Irura, en función de los resultados.

Objetivo, reducir la siniestralidad

La directora de Tráfico subrayó que la medida tiene como finalidad reducir la siniestralidad. Por tanto, se han instalado señales que advierten con antelación de la existencia del radar. Además, a lo largo de los 19 kilómetros del sector controlado hay paneles recordatorios.

López admitió que se pueden utilizar recorridos alternativos para evitar el sistema, pero indicó que estas "triquiñuelas" están fuera de lugar cuando el objetivo es aumentar la seguridad y evitar accidentes.

Las cámaras se han instalado en la salida del túnel de Ordizia y en Irura, a la altura del puente del hotel Laskibar, junto a los pabellones de Angulas Aginaga.

Estas cámaras grabarán las matrículas de los vehículos que discurran por el citado tramo de la N-I, solo en sentido Francia. Por ejemplo, la placa de un turismo en dirección a Donostia será fotografiada a su paso por Ordizia y volverá a ser captada en Irura. Un ordenador calculará el tiempo que ha empleado en recorrer los quince kilómetros que separan ambos lugares. Si la media resultante es superior a los 100 kilómetros por hora, el vehículo será multado por exceso de velocidad. En el caso de los camiones, la media debe ser de 90.

A diferencia de los radares convencionales, este sistema permite controlar largos tramos viarios, en lugar de sectores cortos, como sucede con los fijos. En este sentido, su efectividad es mayor. De nada servirá frenar cuando se vea la señal de radar y acelerar poco después. Se deberá mantener la velocidad permitida en todo el recorrido controlado por las cámaras.

En España existen otros radares de tramo, pero el guipuzcoano será el más largo y el único en superficie, no en túnel.