Garoña queda en manos de Zapatero tras el respaldo del Consejo de Seguridad Nuclear

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se atuvo a los plazos legales y puso ayer el punto final a su informe sobre la solicitud de renovación del permiso de explotación de la central de Garoña. Después de muchas horas de debate los cinco consejeros alcanzaron una decisión unánime que darán a conocer de forma colegiada el lunes.

Todas las fuentes consultadas confirmaron una decisión favorable a la prórroga para Garoña por un plazo máximo de diez años, sujeta a ciertas condiciones técnicas: duplicar los sistemas eléctricos, mejoras en los mecanismos de seguridad y en la ventilación de emergencia en el edificio del reactor, entre otras cuyo incumplimiento en los plazos fijados motivaría el cierre de la planta.

El veredicto positivo no obliga al Gobierno -solo sería vinculante si el CSN estimara que Garoña no es segura-, que tiene ahora un mes de plazo para decidir si se atiene a la recomendación del Consejo y en qué términos.

La disparidad de criterios dentro del Ejecutivo, el nulo entusiasmo por la energía nuclear del propio José Luis Rodríguez Zapatero y la postura favorable al cierre de Garoña mayoritaria en la ejecutiva del PSOE dan alas a la tesis de una prórroga acortada, no más de cinco años y lejos de los diez años pedidos por Nuclenor -Endesa e Iberdrola-, propietaria de la planta burgalesa. Por otra parte, son pocos los que apuestan por un cierre inmediato de la central, ahora que el CSN considera que está en condiciones de seguir operando.

Dictamen por unanimidad

La de ayer fue la sexta reunión del plenario del CSN para analizar los informes sobre el estado actual y las necesidades de Garoña en materia de seguridad presentados por los técnicos.

Sobre esa base, los dos consejeros nombrados a propuesta por el PP, Antonio Colino y Luis Gámir, y el de CiU, Antoni Gurguí, eran partidarios de avalar la renovación de la licencia.

Finalmente se sumaron también la presidenta, Carmen Martínez Ten, y Francisco Fernández, propuestos ambos por el PSOE, una vez que se aceptaron exigencias técnicas adicionales al pliego de condiciones que debería cumplir Garoña para seguir abierta. Según fuentes cercanas al CSN, el dictamen fue aprobado por unanimidad.

Formalmente la decisión corresponde al Ministerio de Industria, pero será el propio Zapatero quien diga la última palabra. Aclarados los requisitos técnicos, el veredicto final será político. El programa electoral del PSOE defiende el cierre gradual del parque nuclear español al término de su vida útil, salvo razones de «seguridad energética» en su contra.

Garoña cumplirá en 2011 los 40 años de vida media útil que dictan los usos de la industria nuclear, aunque no existen normas fijas al respecto. Si el Gobierno prorrogara la licencia más allá de esa fecha sería la primera vez que una planta atómica española rebasa esa edad, y complicaría el discurso 'verde' de Rodríguez Zapatero y su compromiso público de un futuro de energías renovables y limpias para España.

Precedente de Zorita

Hasta ahora sólo una central nuclear se ha cerrado en España al término de su vida útil, Zorita, 38 años después de arrancar. La decisión de cerrarla la adoptó el Gobierno de José María Aznar en 2003, con el respaldo unánime de todos los grupos parlamentarios.

Además de la más antigua, la central de Garoña es la de menor potencia -466 MW- del parque nuclear español y la que menos electricidad aporta a la red nacional, el 1,38% en 2008.

Su producción sería fácilmente sustituible por centrales térmicas de carbón de ciclo combinado que ahora están casi paradas, a decir de numerosos expertos independientes, aunque no con fuentes renovables porque la capacidad eólica española ya se aprovecha al máximo.

Para los ecologistas, Garoña es un símbolo y un test para el presidente del Gobierno. Si no cumple su promesa de cerrar nucleares con la más pequeña y antigua, difícilmente lo hará cuando toque decidir la prórroga de la licencia de las demás, aseguran.

Las cinco principales organizaciones ecologistas del país, Greenpeace, Ecologistas en Acción, WWF, Amigos de la Tierra y SEO/BirdLife, celebraron el Día Mundial del Medio Ambiente con lemas antinucleares y exigieron a Rodríguez Zapatero que cumpla sus compromisos de cierre progresivo de las centrales nucleares a medida que cumplan su vida útil.

También pidieron que la futura Ley de Economía Sostenible que el presidente Zapatero anunció durante el debate del estado de la nación incluya un plan de cierre gradual y urgente de todos los grupos nucleares españoles ( Garoña , Almaraz I y II, Ascó I y II, Cofrentes, Vandellós II y Trillo).

«La energía nuclear, además de un fracaso económico, medioambiental y social, es un freno a las energías renovables e impide que tengan una gran representación en el sistema eléctrico», afirmaron ayer en un comunicado conjunto. COLPISA