Contenedor dulce hogar
Una empresa vizcaína recicla en viviendas habitables módulos de carga
ARTURO GARCÍA
Viernes, 4 de noviembre 2011, 09:27
'Vendo contenedor, vistas inmejorables. Posibilidades de ampliación sólo con poner otro contenedor adosado o encima. Precio asequible'. En plena crisis y el hundimiento del mercado inmobiliario, bien podría ser ése el anuncio estandar en la sección de pisos de aquí a un tiempo.
La idea, que podría sonar descabellada hace apenas un lustro en plena fiebre del ladrillo, hoy, con el auge de la sostenibilidad, el boom del reciclaje y los precios del suelo por las nubes es, a estas alturas, algo más que una realista alternativa: se trata nada menos que de reutilizar y convertir los contenedores marítimos que utilizan los grandes buques para transportar la carga en módulos habitables para uso residencial, una vez finalizada su vida útil y convenientemente adaptados a la confortable vida hogareña.
La idea, cada vez más presente en países como Holanda, Francia, Alemania o Canadá, busca matar varios pájaros de un tiro: hacer asequible y accesible la vivienda a bolsillos menos pudientes, reutilizar bienes de difícil desecho y contribuir a una edificación sostenible.
La empresa Contenhouse presentó ayer en Barakaldo su prototipo, un modelo adecuado tanto para cubrir necesidades de vivienda como de alojamiento asistencial alternativo para uso de las Ong en campamentos, para txokos, bungalows para campings, residencias y hoteles que necesiten ampliar su capacidad de alojamiento.
El precio de una vivienda unifamiliar con dos habitaciones es inferior a 53.000 euros y el precio es de 750 euros el metro cuadrado. Entre la formalización del contrato y la entrega del piso-contenedor el tiempo medio de espera es de tres meses. Formalizado el pedido, el módulo encargado es habilitado y ultimado en los almacenes de la firma, donde se procede al desinfectado, lijado, repintado y acondicionamiento del proyecto, que incluye la colocación de aislamientos, suelos, paredes, revestimientos, cableados, saneamientos, cortes de chapa para ventanas y puertas e incluso la colocación de tejado, si así lo requiere el cliente.
La propuesta media de la firma, creada por el arquitecto vizcaíno Fernando López a partir de los modelos existentes en este emergente y pujante mercado, ofrece al comprador un modelo básico consistente en 60 metros cuadrados formado por la unión de cuatro contenedores que permiten habilitar tres dormitorios, un baño, un aseo, trastero y sala cocina.
La gran particularidad es que, aunque la base de las viviendas sean los contenedores marítimos, éstos quedan ocultos y escondidos a la vista directa cuando la casa haya sido terminada. El diseño modular permite habilitar desde espacios de 30 metros en una sola planta a levantar edificios de hasta cinco alturas puesto que los contenedores son apilables.