«Si alguien tiene la tentación de meter la pata con ETA, Rajoy lo pondrá todo en su sitio»

Aunque reconoce que «Batasuna, el nombre más correcto», está poniendo «más énfasis» en su cambio de estrategia, Antonio Basagoiti no cree que «se hayan vuelto buenos» sino que el cambio responde al interés político. Por eso, y aunque no desconfía del Gobierno socialista, advierte de que «si alguien tiene la tentación de meter la pata con ETA, que se lo piense, porque Rajoy lo pondrá todo en su sitio».

-¿Cómo ha recibido los mensajes del lehendakari sobre la actitud del PP ante la izquierda abertzale?

-Con absoluta tranquilidad, y con el olfato de que el lehendakari está queriendo ponerse en una posición buenista en la sociedad vasca. Pero mi papel es el de garantizar que realmente acabamos con ETA. Así que todo el mundo está haciendo su función aquí.

-¿Cree que Sortu debe seguir en 'cuarentena' hasta después de las elecciones?

- Creo que es normal desconfiar de la decimotercera marca de Batasuna y que sería mucho más creíble si no estuviésemos a dos meses de las elecciones, en las que necesita estar para reafirmar su proyecto. Por eso, sigo ratificándome en que lo normal es no creer las cosas que dicen, en las buenas voluntades que ni siquiera las aplican a día de hoy.

-¿Nota distanciamiento con el lehendakari y con el PSE en la reacción ante los movimientos de la izquierda abertzale?

- El lehendakari dice que la legalización sería una buena noticia porque supondría que se ha roto con ETA. Yo soy más ambicioso que el lehendakari. La buena noticia sería la desaparición definitiva de ETA, que a los vascos nos dejasen en paz y que ni llamándose ETA-Batasuna ni Sortu ni nada quisiesen condicionar la vida política. Él se queda en un estado intermedio, yo voy al final porque mi obligación es no resignarme a que pueda seguir existiendo una 'ETA auténtica'.

-Pero entiende su postura...

-Es la suya, no la nuestra. La nuestra es la que nos ha llevado hasta aquí, a tener más libertad por haber hecho una política de exigencia con el terrorismo. Y ésa debe seguir siendo hasta el final. Por eso, no compartimos el 100% pero sus palabras las matiza siempre, tiene una de cal y una de arena.

-Esos matices no abren ninguna grieta en su, hasta ahora, discurso compartido en el acuerdo de bases que firmaron.

-Es todo una evolución natural. El PSE y el PP no somos lo mismo, y el lehendakari López y Antonio Basagoiti no somos exactamente igual. Mientras en la línea de trabajo se haga lo que se ha demostrado eficaz, el acuerdo funcionará bien, independientemente de los matices o los tonos que cada uno aplique.

-¿Así que sigue igual de sólido?

-Yo siempre he dicho, desde el minuto uno, que se basa en los hechos, y mientras sigan siendo la deslegitimación de ETA, la exigencia y la aplicación de las medidas que funcionan, el acuerdo seguirá sólido.

-¿Ve ahora más cerca la legalización de Sortu, después de las numerosas reacciones a su favor, incluso desde el mundo judicial?

-Ha habido muchas declaraciones en el calor de la campaña de marketing de Batasuna. Pero una vez que se ha pinchado un poquito el globo, empiezan a verse las carencias, que son las de siempre. Ni condenan a ETA ni rechazan todo lo que han causado. Tenemos que tener en cuenta que siempre que Batasuna presenta una nueva marca, ha habido personas que han dicho que el tema ya estaba y siempre se han equivocado. Por eso la postura del PP es ser prudente, hace falta tranquilidad, no tenemos que guiarnos por urgencias ni cambios de una política que ha funcionado. En la medida que mantengamos lo que nos ha traído hasta aquí, avanzaremos. Me parece más importante la unidad de los demócratas que dedicarme a las declaraciones buenistas que puedan hacer el Ararteko o el fiscal del TSJPV.

-Pero el PP también ha dicho cosas que no había dicho antes, lo ha notado incluso López.

-También han sacado alguna frase de contexto a su favor. La realidad es que el PP vasco ha evolucionado mucho en los últimos años, no desde mi presidencia, y se ha pasado de no creer que ETA tenía solución a creer que con ETA se puede acabar, pero eso no quiere decir que el PP se vaya a parar aquí, seguiremos apretando. Tenemos que dar a la sociedad vasca ilusión, pero no de que Sortu se vuelva buena sino de que se acabe definitivamente con ETA.

-¿Cree entonces que estamos ante una oportunidad real para la paz?

-La oportunidad se abrió hace tiempo, con el pacto por las libertades, el pacto en Euskadi. Las oportunidades no las abre ETA, las abrimos los demócratas. No nos equivoquemos. Batasuna no se mueve, en todo caso se siente empujada. Y no me vale con que utilicen más o menos palabras, el fin definitivo de ETA es innegociable y no podemos pararnos ni perdernos.

-Pero sí reconocen que ahora hay mensajes inéditos en el discurso de la izquierda abertzale.

-Efectivamente, ellos ponen más énfasis, pero son cosas parecidas a las que dijeron en 2006 o en el año 98. Yo no veo avances en ellos, lo veo en nosotros, en los demócratas, en que la sociedad vasca les ha dado la espalda.

-¿No cree entonces en una renovación estratégica por convicción en contra de la violencia?

-Sí ha cambiado su estrategia, pero no por convencimiento ni por que se hayan vuelto buenos, sino porque han visto que no tienen más oportunidades. No nos distraigamos.

-¿Intuye o conoce algún movimiento de respuesta por parte de los Gobiernos socialistas?

-El lehendakari y el Gobierno están diciendo que 'no' a mesas de partidos, a diálogos con Sortu, y ésa es la línea. Yo nunca me he movido con el Partido Socialista ni en confianzas ni en desconfianzas, me he movido en hechos, y los hechos tienen que seguir siendo buenos para que sigamos avanzando.

-Se le exige a la izquierda aber-tzale un reconocimiento del daño causado, pero algunos alegan que la ley no exige eso para ser legal...

-Pero la ley exige que quede clara la no continuidad de un partido con otro. Cuando yo hablo del dolor causado no me refiero a un ámbito legal, sino que la mejor manera de evitar que haya nuevos terrorismos o que nuevas generaciones de jóvenes puedan apoyarlos es que quede claro que todo lo que hicieron no fue útil. Ahora nos estamos jugando también vacunar a las nuevas generaciones contra el terrorismo, eso que se llama la deslegitimación.

-Se empieza a especular sobre la posibilidad de que se produzca una escisión en ETA, ¿lo teme?

-Lo mejor para garantizar que vivamos el final de ETA de forma definitiva es cuestionar las bases del terrorismo, hacer pedagogía. Cuestionar los medios y los fines de ETA y dejar claro que no tendrán ningún rédito hagan lo que hagan.

-¿Es el discurso del PP vasco más 'abierto' que el del PP nacional?

-Yo hablo muchísimo con Rajoy de esto y lo que queremos tener es una postura muy sensata. No tenemos disensiones, tenemos muy claro que nuestro objetivo es un final incondicional de ETA y que para ello es imprescindible seguir aplicando lo que ha funcionado. Si un día habla un portavoz y otro día otro, siempre pasa, pero el fondo es el mismo. Estamos absolutamente coordinados y complementados.

Modulación del PP vasco

-Pero aquí sí se modula el discurso...

-No es así. Lo que aquí hacemos es mucho énfasis para que los vascos nos entiendan, pero diciendo exactamente lo mismo.

-¿Podrá mantener Rajoy su discurso si le toca gestionar ese final?

-Lo mantendrá absolutamente. Porque no sólo contará con los principios básicos que siempre ha tenido el PP sino con la experiencia de que esto es lo que funciona. Y si alguien tiene tentaciones de meter la pata con ETA o hacer cosas que no debe, que se lo piense tres veces porque cuando gobierne Rajoy lo pondrá todo en su sitio.

-¿Comenzar a abordar el regreso a Euskadi de los exiliados por la violencia, no implica confiar en que esto se ha acabado?

-Hombre, es que el PP del País Vasco cree que estamos más cerca del final de ETA. Pero mi sensación es que siempre que hemos visto cerca el final, ha habido gente que ha cruzado intereses, de hegemonías en el mundo nacionalista o de medallas.

-¿Conoce a muchas personas que quieran volver?

-Sí. Ahí se mezclan dos cuestiones, la gente que se ha ido por miedo y la gente que quiere tener expectativas vitales, económicas y sociales en Euskadi. Y estoy convencido de que una Euskadi sin ETA y con las bases del terrorismo deslegitimadas, se sale del mapa desde todo punto de vista, turístico, cultural, social y económico.

-¿Se siente ahora más tranquilo?

-Evidentemente estoy más tranquilo porque sé que en estas elecciones a ETA no le interesa atentar. Pero lo que quiero es convertir esto en el final definitivo, en que no sea sólo un paréntesis.