La Quincena, con el 80% vendido

«Que la gente sepa que todavía quedan entradas» fue la frase con la que Patrick Alfaya, director de la Quincena Musical, cerró el acto de presentación oficial de la 71 edición del festival donostiarra, con la que quería desmentir «la leyenda urbana que asegura que nunca hay entradas para la Quincena». Dedicada especialmente a la música rusa, esta edición, que ya ha vendido el 80% del taquillaje de los alrededor de 80 conciertos -divididos en diez ciclos-, se desarrollará entre el 7 de agosto y el 3 de septiembre en diferentes escenarios de la ciudad y en otras localidades.

En el acto, que se celebró ayer en el Palacio Miramar, a Alfaya le acompañaron la consejera de Cultura del Gobierno Vasco, Blanca Urgell; el director de promoción cultural de la Diputación, Haritz Solupe; el presidente de la Quincena y alcalde donostiarra, Odón Elorza, así como una nutrida representación de las empresas patrocinadoras del evento, entre las que se encuentra EL DIARIO VASCO.

Tras agradecer las ayudas recibidas, tanto de instituciones públicas como privadas, «que ninguna se ha dado de baja, algo de alabar en estos momentos de crisis», y la «buena herencia» dejada por José Antonio Echenique -al frente del festival durante tres décadas-, Alfaya subrayó que la programación de esta 71 edición de la Quincena Musical estará centrada principalmente en la música rusa, «que ha sido, y sigue siendo, la gran potencia musical del mundo».

Así, el mismo 7 de agosto, día de la inauguración, se celebrarán diez conciertos, entre los que destaca el que ofrecerá la Sinfónica del teatro Mariinsky de San Petesburgo en el Kursaal, «con tres obras de fuerte carácter ruso como son 'Petruska', 'El pájaro de fuego' y 'La consagración de la primavera', bajo la dirección de Valery Gergiev», así como el que ofrecerá, el día 9, junto al Orfeón Donostiarra. Además, «sabiendo que sólo podemos dar una visión limitada de la música rusa», se ofrecerán dos conciertos de la Orquesta Nacional de Rusia -uno de ellos, con composiciones de Rimsky Korsakov y Rachmaninov, también junto a la agrupación vocal donostiarra-, a la vez que acogerá la ópera representada 'Boris Godunov' del maestro Mussorgsky.

El festival de música clásica donostiarra mirará también a los aniversarios de varios compositores. Así, rendirá homenaje a Chopin y a Schumann en el bicecentenario de sus nacimientos, al igual que celebrará el 150 aniversario de Hugo Wolf y Gustav Mahler.

Formaciones de otros países también estarán presentes en el festival, aunque algunas de ellas con repertorios rusos, como el recital que ofrecerá la Sinfónica de Euskadi con la Coral Andra Mari, el día 2 de septiembre, dedicado a Rachmaninov.

Además, con el hecho de que 2010 es Año Santo Jacobeo, la Quincena ha querido impulsar el Camino de Santiago de la Costa y para ello dedicará un ciclo programando conciertos en diferentes localidades costeras.

Medio millón menos

Con un presupuesto para programación de 1.450.000 euros -medio millón menos de los que dispuso en 2009-, Blanca Urgell destacó «el intenso trabajo y las dosis de imaginación» de los que ha dado cuenta el equipo organizativo, que ha conseguido elaborar «una programación abrumadora, por su calidad y por su cantidad, en la que ha cabido incluso una ópera representada, algo que no se pudo conseguir en la pasada edición».

Por su parte, Elorza deseó comprobar «las pasiones y el trabajo de Alfaya», en su puesta de largo al frente de la organización de este evento, del que auguró «una magnífica edición, con un gran éxito de público y una gran proyección nacional e internacional». Elorza se congratuló de que la Quincena «profundice en la relación con Musikene» y aseguró que pedirá seguir en ese hacer común, tanto con Musikene como con el Conservatorio o la Escuela de Música y «que entre todos se aprovechen las sinergias para que la ciudad sea una fiesta musical continuada».

Solupe, que recordó su paso por la Quincena como intérprete durante su etapa de músico, «dentro de la Joven Orquesta», destacó esa ligazón que tiene el festival con «la ciudad, el país», en el que tanto «el creador como el músico de casa está reconocido».