Laso, un delantero que guarda las txapelas en una caja

Unai Laso es de Viscarret, un pueblecito navarro que no llega al centenar de habitantes. «Aunque pone que soy de Pamplona, yo me considero de Viscarret. Somos 80 o 90 habitantes, pero hay mucha afición», afirma. Tiene 17 años y pasó su infancia «jugando a pelota en el pequeño frontón que hay en el pueblo. Etxamendi y yo somos los únicos que seguimos jugando». Comenzó a competir cuando sólo tenía seis, pero su progresión ha sido llamativa. En el último año se ha proclamado campeón de España mano a mano y también ha ganado el Individual navarro en categoría juvenil, además del Memorial Antton Pebet y el Memorial Miguel Soroa.

Es su segunda comparecencia en el torneo Bankoa Credit Agricole-EL DIARIO VASCO. «El año pasado entré como reserva. Jugué dos partidos y gané uno». Está a punto de concluir sus estudios de hostelería y restauración y en el futuro le gustaría dedicarse a algo ligado con el mundo del deportes o a monitor de educación infantil.

Le encanta estar con sus amigos, echar de vez en cuando una partida a cartas y pasear con su novia Oskia. Ayer se entrenó en el frontón de Huarte y se define como un delantero al que le gusta «darle fuerte a la pelota con la derecha». Reconoce que «ahora soy más regular que antes, pero en las finales suelo ponerme muy nervioso. Espero que no ocurra eso en Zumarraga».

Almacena en casa más de cuarenta txapelas. «Las guardo todas en una caja, pero si gano la del DV la pondré en el bar del pueblo, para que la vea todo el mundo, o sino en casa de los abuelos. Me haría mucha ilusión ganarla».