María Villanueva: «Cuento los días para volver a Estados Unidos y unirme a Kentucky»

-Menuda faena. Se marcha a Estados Unidos y no puede ni terminar la temporada.

-Una lástima. Estaba esperando la llegada de mi padre, que había viajado a Augusta a verme en un campeonato, y a los dos días nos estábamos volviendo a casa. Fue reencontrarnos y a las pocas horas tener que coger el avión de vuelta deprisa y corriendo. Ahora venían los mejores campeonatos, los importantes, y me ha dado pena. Pero hay que ser responsables en este momento y seguir las indicaciones sanitarias.

-Oiga, no puedo resistirme a preguntarle si ha jugado en el campo de Augusta, en el que se juega el Masters.

-Jugué una vez. Es espectacular, muy especial, incluso más bonito de lo que se ve en televisión. Además, se me dio muy bien, lo disfruté mucho. Hice el par del campo. Es una experiencia que no olvidaré.

-Si no fuera porque es un club que hasta hace nada no permitía la entrada de mujeres socias...

-Es cierto. Es la pega. En los últimos años parece que alguna va entrando. Se van dando pasos. No todo es idílico. Lo mismo ocurre en algunas zonas de Estados Unidos. No es el país que se ve en Disney Channel y sí el de la brecha social en muchas zonas, como se está viendo en esta crisis sanitaria.

-Pero usted ha decidido irse allí porque aún hoy sigue siendo el país con mejor estructura para progresar en el golf.

-Su circuito universitario es muy potente, con jugadores de todo el mundo. Lo mismo compites ante un asiático que contra un europeo. En España he progresado mucho en mi etapa en la Blume de León, el título nacional que logré en la última temporada en el Club de Campo ha sido la guinda, pero entendía que necesitaba dar otro paso. Ahora he querido probar la experiencia a la vez que estudio Finanzas. En Estados Unidos tienen grandes infraestructuras y te lo ponen fácil para estudiar y hacer deporte. Dos días a la semana tenemos trabajo de gimnasio a las seis y media de la mañana, vamos a clase a partir de las 8.30 horas y una vez que terminamos, ya nos centramos en entrenar. Tenemos un autobús de la universidad que nos lleva al campo en diez minutos.

-Y de Augusta, a Kentucky.

-Me dan la oportunidad de unirme a un equipo más competitivo en una universidad más grande. El equipo de Kentucky es el 25 de un ranking de más de doscientos. Mi objetivo es claro: quiero acabar la carrera universitaria y llegar lo más alto posible en mi deporte. En Kentucky creo que estaré más cerca de conseguirlo. Cuento los días para volver. Me gusta la forma en que ven el golf y el deseo que tienen de ayudar a sus jugadores (en su primer año universitario, Villanueva ha jugado con el de Augusta seis torneos con un promedio de 73.6 golpes, según anuncia la universidad de Kentucky en la noticia que le da la bienvenida).

-¿Cuándo calcula que estará de vuelta?

-Dicen que en agosto, pero lo mismo mañana cambian de opinión. En este momento es imposible hacer planes a largo plazo. El curso universitario empieza el 24 de agosto.

-Supongo que seguirá estudiando a distancia.

-Tratamos de seguir la dinámica de trabajo. Por las mañanas estudio en casa y por las tardes doy unas bolas contra una red, pateo en una alfombrilla y hago ejercicio físico. Tengo suerte de poder tener un jardín en casa donde practicar. No suelo estar mucho tiempo porque me aburre, pero al menos busco sensaciones.

-Parece que muy pronto podrán jugar ya en los campos.

-A ver si es verdad. En Alemania, por ejemplo, ya han abierto los campos con limitaciones: no se puede tocar la bandera, no hay que rastrillar los bunkers...