Obama presenta a su equipo económico, que se enfrentará a una «crisis histórica»
El presidente electo de EE UU les encarga poner precio al «masivo» plan de rescate prometido para salvar la economía
MERCEDES GALLEGO
Martes, 25 de noviembre 2008, 03:03
DV. El día en que Barack Obama presentaba en sociedad a Timothy Geithner, la nueva estrella de su equipo ecónomico como secretario del Tesoro, ya lo bautizaba en su editorial como «Secretario de Rescates». Más que la confirmación de un secreto a voces los mercados esperaban detalles sobre el «masivo» plan de rescate prometido, pero Obama no pondrá cifra hasta oír las sugerencias de sus nuevos asesores. Por de pronto, ayer lanzó una seria y clara advertencia: «Los acontecimientos de la semana pasada, incluyendo las noticias de esta mañana (por ayer) sobre Citigroup, nos dejan más claro que nunca que nos enfrentamos a una crisis económica de proporciones históricas», había entonado. «No tenemos un minuto que perder».
Tendrá que ser «un gran paquete de estímulo económico que sacuda la economía y se centre en la creación de 2.5 millones de puestos de trabajo», explicó. Que no lidie sólo con lo inmediato sino que ponga las bases para objetivos de largo plazo como energía limpia, salud y educación. «Una Main Street fuerte ayudará a crear una Wall Street fuerte», prometió. Algo para lo que cree haber encontrado consenso entre los economistas de izquierda y de derecha.
La tarea de ponerle precio al paquete recaerá mayormente en el que hasta ayer fuese presidente de la Reserva Federal de Nueva York y a su antiguo jefe en el Tesoro, Larry Summers. Del primero Obama destacó su «extensa experiencia en dar forma a la política económica y el manejo de los mercados financieros, con una comprensión sin parangón de nuestra actual crisis en toda su profundidad, complejidad y urgencia», dijo. Alguien «con una extensa experiencia internacional», que ha vivido en Africa y Asia, ha trabajado en el Tesoro y en el FMI, y ha estudiado chino y japonés. «Tim entiende el idioma de los mercados internacionales de hoy en más de una manera», apuntó.
Economista brillante
Del segundo, alguien mucho más controvertido que ha demostrado ser un economista brillante con una boca demasiado grande, destacó su «singular combinación de intelecto y experiencia». El «arquitecto central de las políticas que llevaron a la mayor era de expansión económica en la historia de EE UU, con un superavit record, un aumento de los salarios familiares y más de 20 millones de nuevos empleos». Se refería a la era Clinton y a su ex secretario del tesoro, el mismo que tuviera que dimitir después de su puesto como presidente de la Universidad de Harvard tras decir que el cerebro de las mujeres no estaba tan capacitado para las ciencias como el de los hombres.
Se cree que ésa es una de las razones por la que Lawrence, que ha colaborado estrechamente con Obama durante toda la campaña, ha tenido que ceder el cargo del Tesoro a su antiguo alevín para quedarse como coordinador de política económica en la Casa Blanca. «Confiaré fuertemente en su consejo a medida que naveguemos aguas desconocidas», prometió. El rumor es que podría sustituir a Ben Bernanke cuando éste termine en 2010 su mandato al frente de la Reserva Federal.
El equipo se completa con dos mujeres, Christina Romer, una estudiosa de la Gran Depresión que presidirá el Consejo de Asesores Económicos y analizará los efectos que tendrían los recortes de impuestos prometidos por Obama, ahora en segundo plano.
Por último, Melody Barnes, que fuera consejera del senador Ted Kennedy, será la directora de Consejo de Política Doméstica. «Su brillante mente legal y su experiencia en asegurar las libertades sobre las que se fundó esta nación y de traer oportunidades para todos la hacen perfecta para el cargo», aseguró Obama.
Además, Peter Orszag, actual presidente de la influyente Oficina de Presupuestos del Congreso, quien pasará a dirigir la Oficina de Presupuestos de la Presidencia.
En el breve turno de preguntas de la segunda conferencia de prensa que ha dado desde que fuese elegido, el nuevo presidente recordó una y otra vez que la salida de la crisis será dura y desde luego no inmediata, «pero si no tomas medidas inmediatamente se perderán millones de puestos de trabajo» en Estados Unidos .