El alto de Untzilla, con la iglesia de San Pedro a la izquierda. Alberdi
Itzulia

La Itzulia de 1978 terminó en Untzilla con victoria de Cima

La Itzulia vuelve a un puerto corto y duro entre Araba y Gipuzkoa que se subió en sentido inverso en la cronoescalada de hace 46 años

Joseba Lezeta

Altsasu

Jueves, 4 de abril 2024, 07:15

Un exciclista profesional guipuzcoano lanza la pregunta en una tertulia sobre la Itzulia. «¿Cuál es el puerto de Untzilla? Lo suben en la cuarta etapa? ... No lo conozco». Su cima se halla en Araba, los caseríos que rodean la iglesia de San Pedro pertenecen a Aramaio, pero el linde con Gipuzkoa está a pocos metros.

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Untzilla forma parte de la comarca de Debagoiena y esa carretera une Araba con Gipuzkoa. Los corredores descienden hoy Krutzeta, pasan por Ibarra, principal núcleo urbano del pueblo de Aramaio, y poco antes de llegar a Gesalibar, donde se encuentra el Hospital Aita Menni, giran a la derecha para emprender esta empinada subida de 2,3 kilómetros. Presenta una pendiente media del 8,6%, con los dos primeros kilómetros al 9,1%. Se suaviza en los 400 últimos metros.

La parte inicial de la ascensión discurre paralela a un largo viaducto del futuro tren de alta velocidad y toca el barrio de Suña antes de alcanzar un alto con una panorámica preciosa desde la que se divisan las cimas de varios montes: Aloña, Kurtzebarri, Aitzgorri al fondo los días de claridad, Murugain cerca, Orixol, Anboto...

Los corredores entran en Gipuzkoa al poco de iniciar el descenso hacia Aretxabaleta, tramo en el que se lleva a cabo una corta incursión en terrenos de Eskoriatza antes de continuar hacia el pueblo de los hermanos Iñurrategi, conocidos alpinistas. Un nuevo giro a la derecha les conducirá primero hacia Eskoriatza y posteriormente al pie de Leintz Gatzaga, otra subida clave del día.

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Si bien Untzilla no es un puerto habitual en las carreras ciclistas de las categorías inferiores, en 1978 albergó el final de la cuarta y última Itzulia ganada por José Antonio González Linares. Fue una cronoescalada con inicio en Aretxabaleta y final en esta anteiglesia de Aramaio, los cuatro kilómetros que bajarán este jueves.

Se impuso en aquella contrarreloj José Enrique Cima, asturiano de Lugones que en la actualidad tiene 71 años y que tras colgar la bici se dedicó a labores de periodista. «¡Claro que me acuerdo! Se corrieron dos sectores. Por la mañana me tocó trabajar para González Linares, que se hizo con el liderato. Llegué reventado, pero al mediodía el propio Linares y Txomin Perurena me insistían en que la cronoescalada era una buena oportunidad para mí. 'Por la tarde, ganas tú', me animaban. Ese año gané todas las contrarreloj en subida que disputé. También esa».

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Segundo en la general

La victoria le dio además el segundo puesto en la general final de una Itzulia dominada por el equipo Kas con cinco victorias de etapa de seis posibles y cuatro líderes distintos: José Luis Viejo, Enrique Martínez Heredia, Joxe Nazabal y el definitivo, José Antonio González Linares.

Cima era un especialista en subidas cortas: «Me impuse en las de la Vuelta al País Vasco en tres años consecutivos. La temporada de mi debut, en 1976, fue entre Irun y el alto de San Marcial, donde me dijeron que tuve el récord de la subida. Superé al italiano Panizza y a Baronchelli. Al siguiente gané en Goiuria, en Durango. Y la tercera fue la de Un-tzilla. Había gente buena, la carretera era estrecha y una pendiente importante».

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La calidad de Cima en esta modalidad quedó patente desde su salto a profesional de la mano del equipo Kas. Cuenta una anécdota del debut. «Llegué a la concentración de Benicasim con once kilos de más. Estábamos de obras en el piso y ayudaba a los albañiles. Llegamos a la Vuelta a Valencia y la etapa prólogo era una cronoescalada al castillo de Cullera. Eusebio Vélez, el director, me preguntó por el desarrollo. Todos llevaban un 21 y le pedí el 23 porque mi intención era atacar con el plato grande en el repecho duro del inicio. Los compañeros se extrañaron. Gané y al final habló Perurena: 'Lo que diga el Guaje vale para siempre'».

Un año después, en 1977, batió en el prólogo de 2,5 kilómetros de la Vuelta a Romandía al mismísimo Eddy Merckx.

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