Incroyable, monsieur Ocaña

Creo que el esloveno obtuvo la victoria en la subida a la Plaza de Armas, sobre los adoquines. El GPS de Euskal Telebista marcaba diferencias mínimas entre el joven belga y el ciclista del Jumbo en el descenso y en la aproximación a ese repecho. Oscilaban a favor de uno y de otro. De repente, Roglic apareció en la recta de llegada con cinco segundos de ventaja.

También considero increíble, esta vez en la lengua de Cervantes, que ninguno de los favoritos sufriera percance alguno en un circuito con bajadas, virajes cerrados, calles estrechas, empedrado... Tiene mérito meter tantos elementos en solo siete kilómetros. El trazado tenía de todo.

Cada vez que Evenepoel consigue algo me acuerdo de las palabras nada agradables que le dedicó Eddy Merckx antes del Mundial. Le hizo de menos. No veo al chaval del Quick Step como futuro ganador del Tour de Francia porque hasta el momento falla en la alta montaña y tengo la sensación de que paga las jornadas con altas temperaturas. Palabras mayores. Sin embargo, convendrán conmigo en que se trata de un corredor espectacular. Siempre ofensivo, da gusto verle tanto en las cronos como en las pruebas en línea. No en balde figura en ese selecto grupo que componen Pogacar, Van Aert, Van der Poel y poquitos más.

También me sorprendió el bajo rendimiento de Alaphilippe. Los próximos días desvelarán cuál es la razón. Se me ocurren cuatro: 1. Ha venido con la intención de arropar a Evenepoel; 2. Busca las victorias de etapa en llegadas que le favorecen; 3. Centra sus objetivos en las clásicas de la segunda quincena de abril; o 4. No acaba de coger el punto tras un inicio de temporada complicado.

Volvió a quedar patente que la contrarreloj no es el terreno de Higuita. En cambio, los hermanos Izagirre calcaron sus buenas cronos. Hasta el punto de que por un momento pensé que haría falta la foto-Philips, como diría mi amigo Linares, para colocarlos en el orden debido en la clasificación.

Ineos, en mi opinión el bloque más fuerte de la carrera junto a Jumbo, ha colocado adecuadamente sus piezas en una crono que marcó diferencias entre los dos primeros y el resto. Por detrás de Roglic y Evenepoel observé mucho equilibrio.

La meteorología acompaña y anuncian buen tiempo y subida de temperaturas para los próximos días. Vendrá bien camino de Viana. La Itzulia vuelve a pasar por La Rioja, donde he visto y vivido abanicos para quitarte el hipo. También de aquella tierra guardo otra anécdota, esta de mi época de director. Pinchó uno de mis corredores y arrimé todo lo que puede el coche en el arcén. Me bajé con la intención de empujar a mi ciclista... y faltaba el mecánico. Empecé a buscarle y de repente apareció subiendo por un terraplén con las ruedas a cuestas. Me di cuenta enseguida de lo que había sucedido. Orillé tanto el automóvil que cuando abrió la puerta trasera derecha para salir fuera, el pobre cayó al vacío. Por fortuna, no pasó nada grave. Corredor y mecánico pudieron seguir en carrera.