El 'Cohete de Bolsillo' pica en Lodosa: Un kamikaze de 1,67 ante los esprinters más poderosos
El australiano Caleb Ewan coloca su nombre en el palmarés de la Itzulia. Con numerosas victorias en Giro y Tour, su ímpetu le ha llevado a salir en ambulancia de varias llegadas
A. Algaba
Martes, 8 de abril 2025, 19:20
Hasta el pasado año, Caleb Ewan no había finalizado ningún Giro de Italia de los que había empezado. Y llevaba cinco participaciones hasta entonces, con ... cinco victorias de etapa al sprint. Entre caídas, lesiones o decisiones propias, el velocista australiano no había completado las tres semanas de la ronda italiana nunca. Ese puede ser un buen resumen de la carrera de corredor que ha logrado levantar los brazos este martes por primera vez en la Itzulia, un esprinter que debe jugar al límite para lograr sus triunfos de etapa.
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Y es que Ewan, desde su 1,67 metros de altura, es uno de los esprinters más bajos del pelotón. Al lado de los Merlier (1,85), Milan (1,93), Kooij (1,84), Van Aert (1,90), Philipsen (1,76), Jakobsen (1,81) o Groenewegen (1,77), el australiano debe arriesgar en cada llegada para hacerse hueco y después lanzarse como un kamikaze a por la etapa. El 'Cohete de Bolsillo' ('Pocket Rocket') como le denominan, posee un buen historial de victorias en su haber, siempre con su estilo tan particular lanzado y con casi medio cuerpo por delante del manillar en los esprints. Este estilo que le ha llevado a besar el suelo en varias ocasiones en las grandes vueltas.
Esas facultades le han ayudado a llevar cinco etapas del Giro y otras tantas del Tour en su palmarés, además de rozar dos veces la victoria en la Milán-San Remo (2018 y 2021). Pero un mal 2024 en su vuelta a casa con el equipo Jayco-Al Ula provocó que el equipo australiano lo fulminara y a comienzos de este año, en enero y en un periodo fuera del mercado habitual, lo fichara el Ineos. Volvió a levantar los brazos en una etapa de la Semana Coppi e Bartali en Italia y ahora, en una carrera como la Itzulia sin tantos velocistas ha podido alzar los brazos nuevamente en la llegada a Lodosa.
«Tenía mucha presión»
Ewan e Ineos tenían marcada en rojo esta segunda etapa de la Itzulia, la única con un perfil totalmente plano. «Era la única etapa de la Itzulia que podía ganar. Tenía mucha presión por eso. El equipo hizo una buena labor desde el inicio y luego yo pude rematar. Nos ha faltado un hombre al final para preparar la llegada, pero he podido manejarme bien en el tramo final y realizar bien el sprint. Si no llego a ganar, habría sido un día muy duro porque ha habido largos tramos expuestos al viento y ha sido un día difícil», explicaba en meta el 'Cohete de Bolsillo'.
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Ahora habrá que esperar si el australiano finaliza o no la Itzulia, una vez que el resto de etapas, sobre el papel, no le son del todo favorables.
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