Arkaitz, en La Zurriola, donde va a surfear. :: USOZ
CIUDADANOS

«Me asombra ver tanta gente en vuestras calles, plazas y playas»

Arkaitz Sebastián López El surfer panameño que nació un 20 de enero

BEGOÑA DEL TESO

Miércoles, 1 de febrero 2012, 03:19

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Arkaitz es hijo de Milentia Sierra, una panameña que estudió Arte en la Escuela de San Fernando, Madrid, y se enamoró allá de un jugador de balonmano nacido en la calle General Echagüe, estudiado en el colegio Los Ángeles y buen lateral izquierdo con un tiro muy potente: Juan Manuel López, hijo a su vez de una burgalesa profundamente enraizada en esta ciudad: Emilia Manrique. Arkaitz, hermano de Josu Mikel, ha venido a su ciudad a asombrarse y ser feliz.

- ¿Es que vosotros no paseáis, no os reunís en las plazas, no bajáis a las playas en Panamá?

- Francamente no. Tenemos una cultura muy influenciada por los Estados Unidos cuya presencia en nuestro país como administrador del Canal duró mucho y provocó conflictos de soberanía. Muchos jóvenes estamos mirando ahora hacia Europa porque nos gustan vuestros conceptos de ciudad, de convivencia, de calle. No, nosotros no paseamos. Cogemos el coche para ir de una esquina a otra. No, nosotros no tenemos tan imbuidas las ideas de movilidad, de accesibilidad. No pensamos tanto en la gente que se mueve en silla de ruedas o en los ancianos. Y no, no vamos a las playas como vais vosotros cuando hace buen tiempo. El día que mi abuela...

- ¿Emilia?

- Ella. Visitaba por primera vez la fincha que tenemos en la región de Cocle, cerca del Pacífico. 'El txoko' lo llamamos y tiene salida directa a la playa. Cuando mi abuela vio que no había nadie en la arena se sorprendió tanto como cuando mi padre enseña a sus amigos panameños fotos de La Concha un día de agosto, cuando no hay sitio para extender una toalla más. Me acuerdo que de pequeño, cuando venía con mis padres y mi hermano siempre nos perdíamos entre tantísima gente y siempre había alguien que nos llevaba a la cabina de la Cruz Roja.

- 'Se ha entregado un niño...'

- ... 'Se ruega a quien lo haya perdido pase a recogerlo'.

- Pero en Panamá hay miles de kilómetros de playas. ¿No las pisáis?

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- Sí, pero como hay tantas y la temperatura a lo largo de todo el año no sube de 32 grados pero tampoco baja de 28 no tenemos esa urgencia vuestra de aprovechar el sol lo más posible en cuanto sale. Por lo mismo, para mí es asombroso ver que hay gente que hoy se esté bañando aquí, por el Náutico ¡Estamos a 8 grados! ¿A cuánto estará el mar?

- A once.

- Yo surfeo.

- Lo sé. Acabas de volver de Mundaka, de tomar contacto con su ola, esa izquierda incomparable.

- Ha sido una visita increíble, ¡Qué buena ola, tan hueca, tan larga! Otra cosa, pienso recomendar a todo el mundo que vaya a Mundaka. Pero no solo por ella sino por la mística de acogimiento que notas vibrar en la gente del pueblo: te reciben como a un viejo amigo. Lo que te decía es que en Panamá, donde surfeamos olas siempre perfectas en sitios como Santa Catalina, Rinconsito o Boca del Toro nunca llevamos traje de neopreno. Temperatura constante, playas con muchos puntos para coger olas... Me gusta La Zurriola, hay buenas paredes de agua.

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- ¿Orgulloso de ser panameño?

- Por supuesto. Me gusta que ya no haya conflictos políticos y seamos un pueblo nada belicoso. Me gusta esa mezcla de negros, blancos e indios. Árabes y judíos. Tenemos bancos, faltaría más. 96 exactamente. Y seguimos siendo ese gran almacén donde se guardan todas las mercancías que luego se llevarán al centro y al sur de Latinoamérica. Me gusta que la gastronomía atlántica (mucho pescado y coco) no tenga nada que ver con la del Pacífico, más de tierra y ganado. Me gusta ver a las indias guaymíes, las cunas y las chocoes vestidas con sus trajes andando entre los rascacielos de la capital. Cada etnia ha conservado su lengua propia. Como vosotros el euskera. Oírlo me ha maravillado.

- Estudias Arquitectura en la Universidad Santa María La Antigua. ¿Cuál es tu sueño de arquitecto?

- El mío y el de mis compañeros: todo lo que hemos ido comentando: ciudades en las que se pueda pasear, estar, convivir, leer, tomar el sol. Edificios que no sean rascacielos... Otro detalle de San Sebastián que me llama mucho la atención es el cuidado extremo con el que protegéis y conserváis las fachadas. Como verás, mi sueño y el de mis compañeros de carrera es un sueño europeo y de participación. Y no solo el de los futuros arquitectos. Los jóvenes panameños ya reivindican hace tiempo y con fuerza que las ciudades les tengan en cuenta. No únicamente en su urbanismo sino en la organización de actos culturales, conciertos, fiestas.

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-¿Acaso no hay de eso por allá?

- Algo sí pero no tanto como aquí. ¿Sabes? Donosti me ha parecido una ciudad muy artística.

- ¿?

- Hay cine, recitales. He escuchado a músicos tocar en la calle. He visto actores haciendo de estatua...

- ¿Cuándo llegaste a Sanse?

- Para la tamborrada.

- ¿Te quedas un poco?

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- Un rato largo. Y volveré a venir.

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