Las tarjetas actuales serán renovadas de forma progresiva. :: A. M.
AL DÍA

Osakidetza renovará todas las tarjetas sanitarias el año que viene

Destina 3 millones de euros a este plan que permitirá implantar la receta electrónica a partir del segundo trimestre del año

MARÍA JOSÉ CARRERO

Miércoles, 9 de noviembre 2011, 08:52

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Osakidetza renovará las tarjetas individuales sanitarias (TIS) de todos los ciudadanos vascos a partir de 2012. Así lo anunció ayer el consejero de Sanidad y Consumo, Rafael Bengoa, en el Parlamento Vasco, a donde acudió a explicar el proyecto de presupuestos de su departamento del próximo año.

La renovación busca facilitar la implantación de la receta electrónica, un proyecto que acaba de echar a andar la semana pasada con la puesta en marcha del nuevo Sistema Universal de Prescripción (Supre) que utilizan ya los médicos de familia. El siguiente paso es la consecución de un único modelo de TIS, ya que en la actualidad hay al menos tres. «Una vez que ya tenemos la firma electrónica para los profesionales, ahora toca renovar las tarjetas de los usuarios», detalló el viceconsejero Jesús María Fernández. Añadió que cada TIS costará 2,2 euros. El dinero reservado en 2012 a este proyecto es tres millones de euros.

La sustitución de las actuales tarjetas por el nuevo modelo se hará de forma progresiva. Si los planes del Gobierno vasco se cumplen, las primeras estarán en circulación en el segundo trimestre de 2012, con lo que será entonces cuando se estrenará la receta electrónica.

A la farmacia sin papel

Su puesta en circulación permitirá ir a la farmacia sin papel alguno a por un medicamento prescrito por el médico. Esto será posible gracias a un chip en el que quedará grabado el fármaco. Las ventajas respecto al sistema actual es que la tarjeta contendrá el historial farmacológico del paciente, de modo que el farmacéutico podrá conocer en todo momento la medicación que un paciente está tomando.

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En un nuevo año de crisis económica, el titular de la Sanidad vasca advirtió que esta situación obligará a realizar una gestión sanitaria «muy exigente y dura» para poder «hacer más con menos». En cualquier caso, el recorte en su departamento, al que se destinan 3.403 millones de euros, será del 0,5%, es decir, medio punto menos que en el conjunto de los presupuestos vascos. Además, el Servicio Vasco de Salud no se verá afectado, ya que dispondrá de 2.414 millones, un 1,17% más que en 2011.

El ajuste afectará al gasto en farmacia. Pese a suponer un desembolso de 566,4 millones de euros, baja un 7,3% gracias a la introducción de los genéricos. El coste por derivación de pacientes a centros privados disminuirá el 1,8% y en el apartado de drogodependencias se ahorrará un 11%, ya que se eliminarán programas preventivos de tipo universal para subvencionar acciones concretas de asociaciones y ayuntamientos.

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