La iglesia de Moneo abrirá sus puertas y será consagrada el 14 de mayo
La semana siguiente se celebrarán las primeras comuniones en el templo de Riberas. Tendrá espacios a disposición del barrio y cuenta con obras de artistas vascos en el interior
ANA VOZMEDIANO
Viernes, 1 de abril 2011, 04:27
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La última iglesia que se inauguró en San Sebastián fue la de Errotaburu, un 27 de mayo de 2001, hace prácticamente diez años. Este 14 de mayo, sábado, un nuevo templo, esta vez el de Riberas, será consagrado y abrirá sus puertas a los fieles.
La ceremonia aún no está ultimada, pero sí se sabe que comenzará a las 11 de la mañana y que será solemne, con una duración de unas dos horas para que el edificio, con diseño de Rafael Moneo y capacidad para 400 fieles, ponga en marcha su actividad habitual. Y serán los niños del barrio los primeros en habituarse a utilizarlo, ya que la semana siguiente se celebrarán las primeras comuniones. Los chavales han acudido a la catequesis en el vecino barrio de Loiola, pero aunque no están ultimados todos los detalles, según se explica desde el Obispado, una parte de ellos celebrará la ceremonia en la nueva parroquia de Riberas.
Más allá del significado eclesiástico, la obra de Rafael Moneo, por su estética y envergadura, supone la culminación de uno de los extremos del nuevo barrio, el más cercano a Amara. El interior, apenas conocido, no se podrá ver antes de ese 14 de mayo, fecha de la inauguración, aunque sí se sabe que los elementos religiosos fundamentales son obras de diferentes artistas. Es el caso de la imagen de la virgen, que será una figura sentada con el niño de pie realizada en bronce y obra del escultor José Ramón Anda. El responsable del retablo del altar mayor es Javier Alkain.
Los operarios trabajaban ayer mismo en el interior, ya que la obra civil del templo concluyó hace varios meses. El verano pasado se colocó el órgano, un elemento confeccionado por la prestigiosa firma alemana Orgelbau Klais que fue financiado por la Diputación de Gipuzkoa. Se dispuso también del campanario, y también se ultimó la singular vidriera del templo.
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Este elemento que también pretende distinguir el edificio ha sido diseñado por el propio Moneo y está realizado en alabastro y cristal, y muestra una cruz con el sol y la luna en dos fases distintas. Bajo estas figuras están representados los doce meses del año. Todo ello es, según dijo en su momento el párroco Jesús Mari Zabaleta, «un intento de Moneo por poner la cruz en el centro del tiempo y el cosmos». La vidriera, de 45 m2 ubicada en la fachada orientada hacia Amara, se completa con unas contraventanas abiertas de madera, que quieren reflejar la apertura del templo.
El interior de la iglesia, donde se culminan ahora detalles y mobiliario, está presidido por una gran cruz asimétrica dibujada por la luz que entra desde la cubierta. En la parte superior hay tres viviendas para religiosos y cuenta también con espacios para catequesis, formación y necesidades de reunión o servicios que puedan tener el barrio. «Se trabaja codo a codo con los vecinos», se asegura desde el Obispado.
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El supermercado
Pasará un tiempo desde que la iglesia empiece a funcionar hasta que se ponga en marcha el supermercado de los sótanos, la nueva tienda de Super Amara que abrirá sus puertas a finales de año. Será similar a los de Venta Berri o San Martín, de 2.000 m2 de superficie. Tendrá 100 plazas de parking y dará trabajo a unas 60 personas.
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