Así se reinventan las terrazas
El Ayuntamiento trabaja para regular la proliferación de mobiliario hostelero en las calles
ÁLVARO VICENTE avicente@diariovasco.com
Domingo, 13 de febrero 2011, 11:47
Publicidad
Calefactores eléctricos, setas estufa, barriles, mesas altas, taburetes, bancos y pequeñas repisas en el exterior de los bares para que los fumadores puedan colocar en ellas sus vasos. El paisaje de nuestra ciudad está cambiando. La nueva etapa comenzó el 2 de enero, día en el que entró en vigor la ley que prohibe fumar en el interior de los establecimientos hosteleros. Todavía es pronto para saber cómo influirá esta proliferación de mobiliario al aire libre, pero ya se intuye que los efectos de la Ley Antitabaco pueden llegar a modificar la fisonomía de nuestras calles. Por el momento, en San Sebastián no hay una normativa que recoja de forma expresa cómo ordenar este mobiliario; sólo se persigue aquel que puede ser peligroso para los viandantes. El Ayuntamiento de Barcelona ha unificado criterios para permitir la instalación de estufas en las terrazas y el de Madrid ha aprobado ayudas a los bares para que puedan comprar mobiliario y estufas. Son sólo dos ejemplos. Los ayuntamientos están tomando medidas, y el de San Sebastián también está en ello. «Urge tomar decisiones», advierte el presidente de la asociación de hostelería de Gipuzkoa, Mikel Ubarrechena. «Los meses estivales los tenemos encima», añade.
Teniendo en cuenta que las terrazas son ya los únicos espacios que los hosteleros tienen para retener al cliente fumador, y teniendo en cuenta lo ocurrido en ciudades como París o Biarritz, en las que proliferan las terrazas al aire libre, la Asociación de Hostelería y representantes municipales han intensificado las conversaciones en los últimos días para tratar sobre las posibilidades que existen para conservar al cliente fumador con mobiliario exterior. Los primeros contactos se dieron ya en agosto del año pasado. La posible implantación de nuevas terrazas, la ampliación de horarios y la búsqueda de modelos de mobiliario hostelero al aire libre más o menos unitarios son algunos de los asuntos que están encima de la mesa. Las conversaciones no están siendo sencillas, según fuentes participantes en las mismas. De momento, el fumador sale a la calle y no se ha registrado ninguna denuncia. Cuando suban las temperaturas y las calles se conviertan en un hervidero de fumadores será el momento de calibrar qué pasará con los toneles, repisas y demás. ¿Qué dirán los vecinos?
Bilbao y Vitoria han cambiado
San Sebastián cuenta hoy en día con 463 terrazas, algunas disponibles durante todo el año y otras sólo durante la llamada temporada de verano. El número de peticiones crece cada ejercicio y es el departamento de Patrimonio el que se asegura que cumplen las condiciones fijadas para la autorización. Incluidas las estéticas, exigentes desde hace unos años en relación con el mobiliario. El Ayuntamiento recauda en torno a 700.000 euros anuales por estos espacios hosteleros y el sentimiento generalizado es que una terraza es un buen negocio y un elemento de animación.
La Ley Antitabaco ha provocado que de las dos o tres peticiones» que se solían recibir en estas primeras semanas del año, se haya pasado a registrar en el Ayuntamiento 16 solicitudes de nuevas terrazas y 36 peticiones para ampliar el servicio exterior de mesas del verano al conjunto del año. El caso se repite en prácticamente todas las ciudades a raíz de la entrada en vigor de la nueva normativa. «Los ayuntamientos españoles, en general, están siendo flexibles para facilitar el uso de terrazas ante la Ley Antitabaco», asegura Quino Martínez, secretario general de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa.
Publicidad
No hay que irse muy lejos para percibir estos cambios. Vitoria carecía de ordenanza específica para la instalación de estufas en las terrazas, y recientemente ha redactado una serie de recomendaciones al respecto que establece que los aparatos deben estar homologados y movibles. Bilbao modificó hace dos años su ordenanza de terrazas para permitir que pubs, hoteles y restaurantes, que con la anterior normativa quedaban excluidos, abran sus locales a la calle.
Atractivo turístico
Un hostelero donostiarra que quiera colocar una terraza sabe desde hace tiempo que también deberá someter su idea a los criterios que tiene marcados el Ayuntamiento. Éste le dirá si es posible, si se cumplen las normas de paso de peatones y estipulará cuántas sillas y mesas puede colocar. Sólo en situaciones excepcionales permitirá que puedan apilarse estos elementos una vez retirado el velador. Las sombrillas no podrán fijarse en el suelo y el plástico está prohibido, así como utilizar colores llamativos y chillones o la publicidad ostensible en mesas, sillas o toldos. Tampoco se pueden servir comidas, salvo que el establecimiento hostelero tenga licencia de restaurante o que se trate de pintxos. Hay horarios establecidos para cada uno de los días de cada temporada y, sobre todo, el responsable debe ocuparse de que el espacio que ocupa esté limpio. Ni que decir tiene que fumar en la calle está haciendo crecer el número de colillas en las vías públicas. Desde el Consistorio se señala que mantener las terrazas limpias de servilletas, colillas, palillos o restos de pintxos es algo «que no viene de ahora sino de lejos». Añaden que se ha abierto más de un expediente por este motivo y que los que reinciden tienen complicado renovar el permiso.
Publicidad
Los hosteleros, no obstante, no quieren circunscribirse sólo a la Ley del Tabaco. Consideran que la implantación de terrazas y la ampliación de horarios -son siete los puntos en los que inciden- se trata de un aliciente y un atractivo para sus negocios. Entienden que unas terrazas «bien acondicionadas, ordenadas y con un buen servicio» son un atractivo turístico «innegable», además de favorecer la seguridad ciudadana.
También lo entiende así el Ayuntamiento. La apuesta por las terrazas en calles céntricas, plazas de barrio y avenidas es «constatable», aseguran fuentes municipales. Otra cosa es dar el paso a permitir las terrazas en las calles de la Parte Vieja. Ahí está el caballo de batalla. Por el momento ha cambiado el paisaje con barriles, estufas, ceniceros altos y demás. Han cambiado las costumbres. ¿Cuándo cambiará la normativa?
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión