UPV o EHU: las siglas, a debate

La propuesta del Rectorado de la Universidad del País Vasco de dejar como únicas siglas EHU, acrónimo de Euskal Herriko Unibertsitatea, sigue generando debate no sólo en el contexto político, sino también de puertas adentro de la institución académica. Y como buen reflejo de la sociedad, las opiniones en el ámbito universitario también son dispares. Los decanos, las principales autoridades de las facultades, se muestran divididos respecto a la posibilidad de que desaparezcan de la nomenclatura las iniciales referidas a su denominación en castellano para, como argumenta el Rectorado, evitar posibles problemas legales con la Universidad Politécnica de Valencia, dueña de la marca UPV. Opiniones aparte, el Departamento de Educación ya ha advertido que el nombre oficial debe «respetar» el carácter bilingüe de la sociedad vasca y que, en última instancia, la decisión depende del Parlamento. El debate está servido.

«Es la solución menos mala de todas»

El decano de Medicina descarta la existencia de un trasfondo ideológico en la iniciativa. «Las razones no han sido políticas en ningún caso», sino que se trataba de «buscar una salida a un problema legal, que según me han explicado, puede ser serio», zanja. Eso sí, es consciente de que, desde la Universidad, habrá que hacer una ardua labor para «acostumbrar a la gente» a dejar de decir 'la upeuve'. «Al margen de todo, la suerte es que tenemos un fantástico logotipo que nos identifica espléndidamente», apunta, en referencia al emblema ideado por Eduardo Chillida.

«No sé si habrá otras razones de fondo»

«Dudo que estas siglas sean propiedad de nadie y no sé hasta que punto pueden ser reivindicadas por alguien», cuestiona Amezua respecto a los problemas legales que pudieran suscitarse con la universidad valenciana. En cualquier caso, cree que entrar en disquisiciones de este tipo «es absolutamente innecesario».

«Lo lógico es conservar parte de la marca»

El responsable de Periodismo también insiste en disipar cualquier sesgo político o ideológico en el planteamiento de partida realizado por los responsables rectorales, que enmarcan esta medida en un ambicioso plan de comunicación en fase de elaboración para acercar la Universidad a la sociedad. Reconoce que la propuesta puede chocar contra el veto del Parlamento, instancia que debe autorizar el cambio de nombre; los partidos que ostentan la mayoría, el PSE y el PP, ya han anunciado su oposición a la eliminación de las siglas UPV. «Si hay condicionantes de carácter jurídico o político que lo impidan, evidentemente habrá que buscar otra fórmula, pero no se me antoja tarea fácil», plantea.

«No soy partidario, salvo que cause problemas» El decano de la Facultad de Letras se muestra cauto a la hora de valorar la propuesta. «En principio, no sería partidario del cambio de nombre. La Universidad se llama UPV/EHU y no me parece bien eliminar una de esas dos partes». Respecto a la posibilidad de confundir el término con la Politécnica, Fernando García Murga, como experto filólogo, aporta un interesante matiz: «Las siglas son las mismas, pero no así su pronunciación: en Valencia, UPV se dice 'upebé'», aclara. «A no ser que mantener el mismo acrónimo nos acarrease muchos problemas legales , yo sería partidario de dejar las siglas como están», apunta.