«En el descenso no luchas por las centésimas sino por la ejecución»
Jon Santacana, Oro en la Copa de esquí alpino, prepara los Paralímpicos
BEGOÑA DEL TESO
Domingo, 21 de febrero 2010, 02:53
Publicidad
Jon y su guía Miguel Galindo se encuentran entre Puigcerdá y la estación de esquí de La Molina preparando los Juegos Paralímpicos de Invierno que se celebrarán en Vancouver el mes de marzo. Jon y Miguel consiguieron recientemente el oro en el segundo descenso de la Copa del Mundo de Esquí Alpino Para Discapacitados celebrada en enero en Sestriere, Italia. Su tiempo: 1 minuto, 12 segundos y...
- ...67 centésimas.
- ¿?
- ¿No lo recuerdas? Son las que hiciste cuando ganaste el oro en Italia. Por delante de un canadiense también deficiente visual, Williamson, que hizo 1' 13'' 76.
- No me acordaba, no. ¿Sabes?, en realidad, resulta prácticamente imposible preocuparte por las centésimas mientras estás en pleno descenso. No puedes. No debes. No piensas en si tienes que mantener ese primer puesto ya conseguido o remontarle unas décimas a quien va por delante en la clasificación. Te concentras en la ejecución. En la buena ejecución del descenso. En bajar bien, equilibrado, rápido. Cuando ya estas en el portillón de salida ya es tarde hasta para que te den ánimos o consejos.
- Como en los exámenes, no? Lo que no llevabas estudiado no lo aprendías antes de entrar a clase.
- Más o menos. La estrategia ha sido planteada con anterioridad, en los entrenamientos. Ya has recibido el apoyo de la psicóloga deportiva que nos acompaña. Cuando me calzo los esquíes y me pongo los guantes prefiero estar solo. En silencio. Soltar la mente. Que ella también baje libre, sin preocuparse, dejando que el cuerpo, repito, ejecute. Aún sabiendo que en el esquí de competición la suerte juega un papel muy importante.
Publicidad
- ¿Cuánto de importante?
- Lo entenderás rápido si te digo que incluso el estado de la nieve no es el mismo para el esquiador que baja el primero que para el que lleva el dorsal quince. Y quien desciende el 25 no encuentra la nieve como la pisó el 18. Detalles que influyen en esas centésimas de las que no debo preocuparme al bajar.
- ¿Cómo se preparan unos Juegos Oímpicos? ¿Durante cuatro años?
- No. Sería imposible mantener la concentración, la tensión sobre un mismo y único objetivo durante un periodo de tiempo tan largo. Tienes que fijarte objetivos más a corto plazo: otras carreras, otras copas, torneos internacionales. Pruebas en las que la suerte no tenga un papel tan primordial como en unos Juegos Olímpicos.
Publicidad
- ¿De verdad que puedes soñar y preparar unos Juegos 46 meses sospechando que la suerte acaso incline la balanza en tu contra?
- Rigurosamente cierto. ¿No te has dado cuenta de que muchas veces los que suben al podium en unos Juegos no son sus grandes nombres, los medallistas habituales de ese deporte en concreto? En Vancouver, como en los anteriores de Turin, te lo juegas todo a una carta, a un día, a la suerte. En otras competiciones, el triunfo es más de fondo.
- Te la juegas también con las lesiones, ¿verdad? Tú sufriste una fortísima poco antes de afrontar los Paralímpicos de 2006.
- Así fue. Me rompí la pierna pero logré llegar a tiempo para participar. No para aspirar a medalla, sólo quería estar presente. En el descenso, te lo confieso, el dolor era espantoso. No sé si la gente se llega a dar cuenta de la terrible dureza del esquí como deporte.
Publicidad
- ¿Crees realmente que no? A mí me parece que ya simplemente por el medio en el que se desarrolla, la nieve, los hielos, todos sabemos que no es un juego dulce.
- Acaso tengas razón pero muchos observan a los esquiadores de competición con la mirada de quien va a las estaciones a pasar un buen fin de semana, unas vacaciones cortas y disfruta a lo loco. Les parece magnífico, por ejemplo, que como de julio a diciembre hemos de ir buscando lugares nevados para poder entrenar, tengamos que irnos a los Alpes o a Chile y luego afrontar las competiciones, los circuitos más exigentes, entre diciembre y mayo. Eso que a la gente le suena a unas vacaciones en montañas de ensueño nos hace sentir a nosotros nómadas, desplazados, alejados de nuestro entorno familiar y vital. Y luego están las exigencias físicas. El frío...
Publicidad
- Hombre, Jon, un esquiador ha de asumir las bajas temperaturas.
- Por supuesto pero hay que hacerlo. Acostumbrar tu cuerpo a resistir temperaturas de 20 grados bajo cero. Y enfrentarte a ellas sólo con una camiseta térmica y el mono de competición porque necesitas mantener la flexibilidad, la elasticidad, la capacidad de giro... No puedes sobreabrigarte.
- Quien no lo entienda, que entre en vuestra web, tuya y de Miguel.
- Bienvenidos a .
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión