Y la vida sigue entre marionetas

Cuarenta y cinco años que resumen toda una vida que continúa rodeada de marionetas. El Topic presenta su nueva exposición temporal centrada en una retrospectiva del artista catalán Jordi Bertran, considerado el mejor marionetista de hilo de toda Europa, que define a las marionetas como la «poesía del teatro».

La muestra realiza un recorrido cronológico por las más de cuatro décadas de historia y experiencia profesional del titiritero, músico, compositor, constructor y clown, quien ha creado espectáculos que combinan técnicas de manipulación como hilo, guante o varilla.

Los espectáculos de Bertran siempre sorprenden, emocionan y consiguen llegar al público arrancando una sonrisa, y su habilidad en la manipulación de títeres mantiene el misterio de la materia animada, haciendo creer que cada uno de sus personajes es absolutamente real.

La exposición, que se mantendrá abierta hasta el 28 de febrero, reúne un total de 57 piezas que han protagonizado su obra y se complementa con una serie de carteles de la Companya Jordi Bertran instalados en el ambigú, donde los visitantes pueden disfrutar de un vídeo explicativo sobre algunas de sus icónicas obras y un pequeño rincón musical que hace referencia a su faceta como músico que ha retomado recientemente con la creación del grupo de gypsy jazz La Bertran Swing Band.

Los comienzos de esta «aventura vital» se remontan a la Barcelona preolímpica de los setenta –concretamente a abril de 1977–, año que Bertran recuerda con especial cariño, ya que en una actuación callejera en Las Ramblas con su grupo musical Octubre descubrió y conoció al maestro Pepe Otal, de quién más tarde se convertiría su alumno. De este primer periodo el artista conserva fotografías que ilustran los años en el Grupo taller de Marionetas dirigido por Otal, dedicados a la construcción de títeres. Son años en los que su maestro, después de haberse formado con Harry Vernon Tozer creó su propio taller para sacar los espectáculos a las plazas. Posteriormente, Bertran formó parte de dos agrupaciones más, El Col·lectiu d'Animació de Barcelona y la compañía ambulante Els Farsants. No sería hasta 1987 cuando fundó su propia compañía, apostando por dirigir esta expresión artística y el arte del títere especialmente al público adulto.

Por las historias y escenas de Bertran desfilan personajes como Salvador Dalí, Louis Armstrong, el faquir Raixic, el payaso Toti Tipon, Pau Casals, Pep Bou y hasta un esqueleto rockero.

'Antología' da nombre al primer espectáculo en solitario del catalán con el que a las puertas de los noventa consiguió abrirse al mundo y que este sábado continúa en repertorio. Estructurado sobre la «fórmula del cabaret», está protagonizado por personajes conocidos y anónimos inspirados en el mundo del circo, el teatro y la cultura.

Su segunda obra maestra, el espectáculo 'Poemes Visuals' de 1994, creado junto a Karin Shafer, Santi Arnal y Toni Zafra, surgió como un acercamiento a la poética de Joan Brossa ofreciendo una particular versión del viaje de Dante a los infiernos.

La exposición muestra también los personajes de innumerables obras como 'Narciso' (2002), que ofrece una visión personal de este mito clásico basándose en el culto al cuerpo y la cirugía estética, y 'Circus' (2018), basado en el clown, donde compartieron escenario personajes que marcaron su carrera.

El punto final lo ponen precisamente los puntos, en todas sus vertientes. 'Power point' es una última propuesta escénica donde las manos lo dicen todo. Convertidos en títeres, el punto y seguido, el punto y aparte, los puntos suspensivos... –de porexpán– cuentan su propia historia e interactúan tocando la guitarra, transformándose en poetas o directores de orquesta.

Entre diversas anécdotas, fotografías y objetos curiosos la muestra da espacio también al títere que homenajea al payaso, mimo, acróbata y artista de circo Charlie Rivel, cedido por el Ayuntamiento de Cubelles, localidad que cuenta con una exposición permanente.

La historia de Bertran continúa hoy con vida y preguntado por su pasión por la marioneta hace referencia a su «gracia». «Como decía el filósofo alemán Heinrich von Kleist, la marioneta tiene su gracia porque los movimientos son propios, físicos e inocentes, que superan la fuerza de la gravedad. Es libre y pura, ya que está ausente de la afectación humana. Recuerdo también una frase que repetía Otal, de Carlo Collodi, autor de 'Pinocho', en el que se basaban aquellas primeras experiencias que tuvimos, y es que con un pedazo de madera construiré una marioneta, con ella daré la vuelta al mundo, y siempre tendré un plato en la mesa. La marioneta atrae y engancha al público, te permite viajar, moverte, a la vez que te ofrece disfrutar de todo un trabajo de construcción. Me gusta el proceso completo, empezando por la selección del material, el moldeado... El títere acaba en el escenario creando emociones», concluye.

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